espiritualidad. Estaba un fotógrafo de este diario inmerso en un reportaje sobre el flamante Mercado Medieval de Alegría-Dulantzi cuando, ni corto ni perezoso, dejó atrás sus nervios para correr en busca de una especie de nirvana trascendental. Cuando se repuso, enfocó y tomó esta instantánea de la figura de Buda, a la que achaca su estado transitorio de enrocamiento mental y a la que, desde entonces, mira con ojeriza indisimulada. Foto: Jorge Muñoz
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