Gasteiz - Propuestas y más propuestas. Hasta 203 han enviado los vitorianos al Ayuntamiento dentro de los presupuestos participativos. Las hay para todos los gustos y edades. Unos se preocupan por los dineros públicos y aconsejan al gabinete de Urtaran utilizar microbuses en lugar de autobuses grandes en determinadas líneas y a horas con pocos viajeros para ahorrar en combustible y otros consumibles del transporte porque el microbús es mucho más económico. A otros, en cambio, les duele su bolsillo y reclaman un IBI más justo en función de las renta familiar para los propietarios de VPO o que se compense a quienes más reciclan con una rebaja en la tasa de la basura. Los jóvenes reclaman un local cubierto para uso exclusivo, los padres un espacio donde dejar a sus hijos mientras trabajan o libros gratis para todos, y los jubilados un autobús de cien plazas con parada cerca de los pisos tutelados, además de centros socioculturales en Txagorritxu y Judimendi.

Los amantes de los perros quieren zonas delimitadas para que sus mascotas corran sueltas e incluso dispongan de itinerarios educativos. En cambio, a quienes los canes les estorban, piden que los dueños paguen un impuesto por tener perro o crear un censo con el ADN de los canes para multar a quienes no los tengan censados o dejen los excrementos sin recoger en la vía pública. Algunas de las iniciativas recuperan viejos proyectos del Ayuntamiento ya olvidados en algún cajón, como soterrar el tráfico por debajo de la rotonda de América Latina o habilitar un parking en el Casco Viejo. Otras obras ya están previstas, como la ampliación del tranvía o la construcción de más bicicarriles, y a todas ellas se suman las tradicionales peticiones de arreglo y peatonalización de calles.

Ideas novedosas también las hay. Ahí está quien plantea abrir un zoo en Vitoria, hacer de La Florida un parque educativo e incluso aprovechar el helipuerto de urgencias de Txagorritxu para que lo puedan utilizar helicópteros particulares y de empresas. Los amantes del verde, por su parte, abogan por recuperar las riberas del Zadorra, creando zonas de esparcimientos similares a las del pantano. También por hacer navegable el río con piraguas. Los paseantes piden bancos de descanso a lo largo del Anillo Verde y quienes tienen problemas de movilidad, que el Ayuntamiento adquiera scooters para facilitarles el recorrido. Al CEA le piden más huertos urbanos en parcelas municipales sin utilizar y un espacio de viñedo experimental en sus instalaciones con las distintas variedades de uva. Curiosa es la idea de que los centros escolares apadrinen espacios verdes de Gasteiz o que las asociaciones se comprometan a cuidar de algunas de ellas. Los ciclistas demandan guardabicis y carriles-bici, los patinadores, que también les dejen utilizarlos, y los peatones, que los bicicleteros salgan de sus aceras. Y los vitorianos, en general, a buen seguro que agradecerán que el wifi gratuito se extienda a toda la ciudad. Ahora le toca a los técnicos avalar o no todas estas ideas. Después, el turno de voto será para los ciudadanos.

Parque educativo en La Florida. Consiste en poner en valor el patrimonio natural y cultural del parque para su visita e interpretación como recurso educativo y turístico.

Bicilonjas. Habilitar los pasadizos de la calle Bolivia para que puedan ser utilizados por los vecinos y alumnos de los colegios cercanos para aparcar las bicis de forma segura.

Vivir el Zadorra. Aprovechar el río para montar en sus márgenes zonas de esparcimiento y baño, limpiando previamente el cauce y creando zonas de estar para los usuarios, mediante merenderos y chiringuitos, así como recuperando las piraguas.

Jardín-laberinto. Un laberinto formado por un entramado de pasillos y cruces cuyas paredes son setos naturales. La altura de estos no deja ver el camino por lo que quien se adentra tiene que encontrar la salida. Sirvan de ejemplo los laberintos que aparecen junto a los palacios de Versalles y Aranjuez en las películas. Más que un jardín sería una diversión, una experiencia diferente para el visitante.

Makespace. En esencia un

makespace o hackerspace es un espacio abierto a la gente con medios suficientes para poder potenciar y ejercitar la imaginación creativa.

Arte en los bares. Realizar una convocatoria para incentivar la actividad en el centro de la ciudad y que los bares sirvan como locales donde se inicien en la actividad profesional los artistas locales.

203

Propuestas han presentado finalmente los ciudadanos a los presupuestos participativos.