vitoria - Ocurrió con los televisores en blanco y negro, los ordenadores con disquetera, el revelado de fotografías, las cintas de cassette o los móviles que sólo enviaban y recibían llamadas. Nadie imaginaba que evolucionarían hasta convertirse en otra cosa, en mucho más. Y es lo que va a pasar también con los coches. O eso dicen los expertos, que dentro de veinte años el vehículo eléctrico habrá desbancado a los motores de gasolina y diesel en las calles. Los actuales indicadores económicos y de sostenibilidad ya apuntan en esa dirección. Los precios de las baterías han comenzado a desplomarse y la presencia de las energías limpias no deja de crecer, así que el único hándicap para una revolución más rápida va a ser la falta de una infraestructura de recarga. Por eso Vitoria, embarcada como está en su apuesta por una movilidad limpia, ha decidido adelantarse al futuro y resolver esa carencia. Puede, porque la solución se encuentra delante de sus ojos. En el chispazo del tranvía, en plena ampliación, y del futuro BRT.

Según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, Euskal Trenbidea Sarea -órgano dependiente del Gobierno Vasco encargado de reordenar el sector ferroviario de Euskadi- está estudiando ya la instalación de puntos de recarga de coches y bicicletas eléctricas a lo largo de los actuales ramales del tranvía y del que está en camino hacia Salburua, a expensas de los que se colocarían cuando se desarrollara el circuito periférico del BRT y las nuevas soluciones de movilidad para Zabalgana. Por tanto, la idea que se baraja es que a lo largo de la red integral de movilidad electrificada de la ciudad, una telaraña de ejes principales y ramificaciones secundarias que irá cubriendo cada vez más partes del mapa gasteiztarra, existan opciones de sobra para que quienes necesiten alimentar sus baterías lo hagan sin riesgo de quedarse parados en sus desplazamientos y gratuitamente.

La decisión adoptada por ETS de estudiar la habilitación de los puntos de recarga responde precisamente a los movimientos que ya se están produciendo en un mercado todavía minoritario y a las previsiones de parte del mundo empresarial automovilístico. En 2015 los precios de las baterías cayeron un 35% y, de acuerdo con análisis recientemente publicados, la trayectoria hasta ahora dibujada indica que de aquí a seis años estos coches serán tan asequibles como sus colegas de gasolina. Además, ya hay marcas que están apostando por desarrollar modelos que dejen atrás los hidrocarburos. Por eso, cada vez pesa más la opinión de que, si existe la infraestructura adecuada para que estos coches tengan autonomía y si se ha realizado una importante labor de sensibilización ciudadana, en dos décadas el boom eléctrico será una realidad. Y en ésas está ahora Vitoria.

Y así, mientras la ciudad mira al futuro para adelantarlo por la derecha, el Gobierno Vasco sigue trabajando en el presente más inmediato: el convenio que abarca la realización de los estudios que se necesitan para implantar en la capital alavesa un sistema integrado de transporte público con el tranvía, el BRT y una experiencia piloto de bicicletas eléctricas. Sólo faltaba su firma para la ratificación, porque el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava ya habían estampado las suyas, y llegará este martes. Un momento muy esperado después de meses de tensas negociaciones para definir los contenidos del acuerdo, aunque durante todo este tiempo, sin necesidad de documentos sellados, se ha ido avanzando en algunos aspectos. La semana pasada, de hecho, el ejecutivo autonómico sacó a concurso la redacción del proyecto constructivo para la ampliación del metro ligero hacia Salburua. La idea es que esté listo para marzo del año que viene, de forma que, a lo largo de 2017, empiecen las obras.

El que no está tan definido aún es el futuro del tranvía en Zabalgana. El personal técnico de ETS está estudiando alternativas diferentes de servicios de transporte público electrificado, tanto metro ligero, como BRT y la propuesta de EH Bildu del Arabatran -tren-tram lo llama el Gobierno Vasco-, una especie de ferrocarril de cercanías paralelo al corredor actual que pasaría por los nuevos barrios, Jundiz y varios pueblos. Sobre todo ello se hablará en una reunión que tendrá lugar dentro de unas semanas con representantes vecinales y organizaciones del barrio. La intención es trasladar las opciones que se barajan y recoger sugerencias. También con ánimo de consensuar, se celebrará un encuentro este próximo miércoles con las asociaciones y residentes de Salburua.