En cuestión de horas, a más tardar mañana por la tarde, Vitoria sabrá si los socialistas continuarán manteniendo un acuerdo de legislatura con el gabinete de Gorka Urtaran o pasarán por la vicaría formando un gobierno de coalición. Según pudo saber DNA, en la comisión ejecutiva del PSE ya están esperando la notificación de una convocatoria urgente donde la dirección del partido les comunique qué decisión ha adoptado y con qué condiciones, para proceder a su votación y ratificación.
Esas mismas fuentes reconocieron que ahora pesa “un poco más” el sí que el no, pero la diferencia es tan pequeña que va a ser decisiva la respuesta que dé la Ejecutiva del PNV a las condiciones puestas por los socialistas. La propia secretaria general del PSE en Álava y responsable de la negociación, Cristina González, subrayó ayer que el pacto de gobernabilidad seguirá si no se aceptan una serie de medidas que pasan por recuperar y mejorar los servicios públicos y sociales de la ciudad, impulsar una reforma fiscal lo más justa posible y avanzar en movilidad, cultura, empleo, comercio y turismo.
Aunque el alcalde gasteiztarra aseguraba hace unos días que estos meses de acuerdo de legislatura han resultado muy positivos, en la comisión ejecutiva socialista la impresión no es tan buena. Según ha sabido este periódico, el PSE se ha visto desencantado por “los bandazos” del PNV, como cuando incorporó en los presupuestos sin su conocimiento 440.000 euros para Udalbiltza, la asamblea de cargos municipales de la izquierda abertzale. Casos así han generado, afirman estas voces, tanta “desconfianza” en Urtaran que se decidió que la negociación sobre un gobierno de coalición se llevaría a cabo entre las ejecutivas.
Y así se ha llegado al último suspiro de una larga cuenta atrás. Las quinielas se decantan por el sí porque Vitoria es la única pieza que falta para completar el puzzle de coaliciones PNV-PSE que se diseñó en las pasadas elecciones para las tres capitales y diputaciones vascas. En Gasteiz se truncó después de que un candidato independiente jeltzale incumpliera la disciplina de partido en Andoain pero ahora, doce meses después, podría arreglarse el descosido. Eso sí, de producirse la fusión, “serán las ejecutivas las que controlen”, ojo avizor, su labor diaria. - J.S.