El equipo de gobierno de la capital alavesa ya conoce la cantidad definitiva de dinero que la ciudad ha perdido como consecuencia de no haber gastado el total de los fondos Urban de los que la ciudad dispuso desde el año 2008 para invertir en la modernización urbana y social del Casco Medieval. En total, Vitoria gastó diez millones de euros de los 15,5 de que se dotó el programa, mediante el cual la Unión Europea financia la mitad de los proyectos acogidos al mismo.
Por cada diez euros invertidos, Europa pagaba cinco, y como se han dejado de gastar 5,5 millones, la ciudad ha desaprovechado una inyección económica de más de 2,5 millones de euros. En total se ha ejecutado y certificado el 64,15% del total disponible en todo tipo de proyectos que abarcan desde ámbitos como la accesibilidad y la movilidad, el desarrollo del tejido económico, la investigación, la cultura y el patrimonio, la integración social y la igualdad de oportunidades, la información y publicidad o la propia gestión y seguimiento del programa.
Las cifras aproximadas ya se conocían a finales de año, pero no fue hasta el 31 de marzo cuando se cerraron las últimas certificaciones de obra pendientes, por valor de 300.000 euros. El nuevo equipo de gobierno afirma que trató de poner en marcha y terminar varias obras para aumentar la cantidad que podía venir de Europa en el medio año del que disponía para ello, pero apenas se han podido sumar facturas al total. Finalmente, esos 300.000 euros pendientes tampoco entran en el paquete del Urban y el gasto total se queda en los citados diez millones de euros justos, aunque eso sí, los técnicos creen que pese a no haber gastado todo el dinero disponible, los objetivos urbanísticos, sociales o económicos del proyecto se han cumplido “con creces”.
Ahora, con el programa ya cerrado, sólo resta esperar a que la Unión Europea pague a la ciudad 1,56 millones de euros, la mitad de los 3,2 millones correspondientes a las últimas certificaciones.
Desde que se puso en marcha en 2008, el Plan Urban se ha materializado en la ciudad en multitud de proyectos de toda índole. Así, en 2009 se licitó y adjudicó la construcción del Centro Especializado de Oficios de la Ciudad Histórica, se redactó la memoria del plan director para la recuperación de las murallas, se pusieron los cimientos del proyecto Zain, el Centro de I + D del Patrimonio, se celebraron diversos eventos de la ciudad en el Casco y se firmaron convenios con asociaciones que operan en el barrio, además de ponerse en marcha la revista Casco Bizia. En total se registró un gasto de 881.641 euros.
Un año más tarde se acabó con la rehabilitación del centro de oficios, se licitó el proyecto Zain, hubo también distintos eventos en el Casco Medieval, y surgieron los primeros problemas. Los técnicos, en su informe correspondiente, destacan las dificultades de financiar los proyectos -el Ayuntamiento debe poner la mitad del dinero para recibir la ayuda europea- por culpa de la crisis económica. Hubo además dificultades en la gestión del programa, por ejemplo en forma de retrasos en la presentación de solicitudes de reembolso. El Ayuntamiento acabó externalizando el control del programa.
En 2011 se acometió la dotación de equipo, mobiliario y puesta en marcha del centro de oficios, se creó el Centro de Empresas y Servicios Digitales Avanzados, y se produjeron “avances importantes” en el plan de comunicación. Por contra, la crisis económica seguía galopando y con ella las dificultades de financiación.
En el año de la Green Capital, el 2012, desapareció la Agencia para Revitalización de la Ciudad Histórica, la Arich, y se aprovechó para hacer un primer balance de la ejecución del Urban. Se habían realizado hasta entonces buena parte de la ejecuciones previstas, pero no se alcanzaba a completar el tope del gasto estipulado por la UE. En parte se debió a que existió la posibilidad de optar a fórmulas de cofinanciación aún más ventajosas para el Consistorio. Fruto de aquella reflexión, se decidió reprogramar las actuaciones para adecuar los fondos Urban a las mismas.
Ese año se puso en marcha el Centro de Empresas y Servicios Digitales Avanzados, se organizó una quincena de actividades relacionadas con el emprendimiento, la empresa y las relaciones internacionales, y además once empresas innovadoras relacionadas con actividades de diseño, comunicación y marketing digital, o el medio ambiente, se asentaron ya en el nuevo Centro de Empresas. En 2013 se reformó el sótano y la planta baja del colegio Ramón Bajo, se instaló la rampa mecánica del Cantón del Seminario, se mejoraron diferentes espacios urbanos, se pusieron en marcha planes de empleo y formación, hubo diversas actuaciones culturales, y once obras menores de rehabilitación en locales municipales.
Fue entonces, en 2013, cuando en el Ayuntamiento se dieron cuenta de que iba a haber dificultades para concluir los proyectos para el 31 de diciembre de 2015, fecha límite del Plan Urban, en concreto para construir el Gasteiz Antzokia en el Depósito de Aguas, obra que finalmente nunca llegó a materializarse.
En 2014, por su parte, se siguió con la reforma de sótano y planta baja de Ramón Bajo, se mejoró la accesibilidad en espacios públicos y se concluyó la rampa mecánica y el ascensor del cantón del Seminario, una vez más se financiaron eventos culturales en el Casco Medieval, y continuaron las obras menores de rehabilitación en los locales municipales. Por aquel entonces ya se cuantificaba la previsión de la parte del Urban que se iba a quedar sin ejecutar, un 11% que finalmente ha sido bastante más, cerca de un 25%. Ese año, además, el Gobierno central quiso multar a Vitoria con 450.000 euros y, “tras un duro periodo de alegaciones y negociaciones”, se logró dejar la sanción en 110.000 euros.
plaza de santa maría Por último, el año pasado se ejecutaron con cargo al Urban la reforma de la plaza de Santa María, la mejora en calles adyacentes a la Catedral, la remodelación de las calles Mateo Moraza y Portal de Arriaga, las obras en el polideportivo de El Campillo, la reforma de las plantas superiores de Ramón Bajo, la rehabilitación y adecuación de numerosos locales y edificios municipales, las obras de accesibilidad en Villa Suso, o la instalación de la nueva señalética turística.
15,5
Millones de euros podía gastar el Ayuntamiento con cargo al Plan Urban, de los que la mitad los pagaría la Unión Europea.
5,5
Se han quedado sin ejecutar, lo que supone la pérdida de más de 2,5 millones para la ciudad.
64%
De los fondos disponibles se han terminado ejecutando.