Varios cambios de personal se sucederán en el Ayuntamiento de Vitoria en los próximos meses ya sea por decisión propia o por jubilación. A la marcha este mes del concejal Borja Belandia, mano derecha del alcalde, le va a suceder la “inminente” salida de la directora de Turismo y Congresos, Ana Lasarte, que por motivos personales ha solicitado prejubilarse a los 62 años, petición que Función Pública ya le ha concedido. A finales de año, en diciembre, llegará la despedida del director de Cultura, Enrike Ruiz de Gordoa, quien por edad ya podía haberse retirado hace doce meses; sin embargo, el alcalde le pidió que se quedara un año más, al menos hasta poner en marcha las líneas del Plan Estratégico de la Cultura. Otro de los veteranos del Ayuntamiento, el responsable de Protocolo, Josu Alberdi, aún no sabe muy bien si se va o se queda, ya que ni Gorka Urtaran ni él mismo quieren su jubilación, pero la edad obliga. Caso contrario es el de quien fuera gerente de la sociedad urbanística Ensanche 21, Alfredo Piris. Cuando Urtaran entró a la Alcaldía decidió prescindir de sus servicios y el pasado 28 de noviembre, a los 65 años, le llegó una jubilación que no recibió gustoso. De hecho, la ha recurrido argumentando que se siente agraviado porque el Ayuntamiento le denegó prorrogar su carrera hasta los 70 años cuando a otros funcionarios se les ha permitido seguir.

Ana Lasarte entró en el Ayuntamiento hace 33 años, un año 1983 cuando ni siquiera existía Turismo y Congresos, por lo que su puesto dependía de Cultura. De hecho fue ella quien lo puso en marcha y quien desde entonces lo ha liderado. Pero, “este trabajo es muy intenso y ahora necesito tiempo para la familia”, señala. Y esa es, precisamente, la razón por la que ha solicitado la prejubilación a los 62 años. No descarta echar alguna lagrimilla en su despedida porque, aunque ha tenido momentos difíciles, prefiere recordar lo bueno. “¿Que algo se queda en el tintero? “Pues claro, siempre quedan cosas por hacer, por mejorar”, reconoce. No obstante, si algo destaca de su extensa carrera municipal es que cuando empezó su andadura en el mundo del turismo y los congresos “Vitoria ni existía; en cambio ahora está ubicada y bien ubicada en el mapa”, asiente orgullosa de que el turismo se haya implantado en la ciudad. Se va con el estreno del renovado palacio de congresos Europa, el mismo que le abrió los brazos, allá por 1989, en una pequeña oficina.

Un 1 de febrero de ese mismo 1989 llegó al Ayuntamiento Enrike Ruiz de Gordoa para hacerse cargo de la dirección de Cultura, después de aprobar una OPE y dejar atrás la dirección del colegio Samaniego. Han sido más de dos décadas (27 años) prestando servicio a un ayuntamiento al que dirá agur en diciembre, tras un año de prórroga a petición del propio alcalde. Sin embargo, nada quiere saber de despedidas, por ahora: “Hasta diciembre...”, da largas otro de los funcionarios veteranos, con cinco alcaldes a su espalda.

Y sin ser funcionario, pero sí cargo de confianza, Josu Alberdi lleva 17 años en el Ayuntamiento asesorando a cuatro alcaldes en las cosas del saber estar. Ni él quiere irse ni Urtaran que se vaya, así que todavía está a la espera de lo que mande Función Pública. Por ahora, no piensa en despedidas sino en continuar en la casa.