amurrio - Ultrasonidos, termografía o análisis de vibraciones son algunas de las técnicas de mantenimiento predictivo que han surgido en los últimos años para que las fábricas estén al tanto del estado de su maquinaria y puedan prevenir accidentes o averías. Sin embargo, la carga de trabajo diaria deja poco tiempo en la agenda para reciclarse y adaptarse a unos nuevos tiempos de los que sí están totalmente al día los jóvenes que aún se encuentran estudiando para hacerse con el título que les abra las puertas a un puesto en las citadas empresas. En esta tesitura, el Instituto Zaraobe, en Amurrio, lleva varios años impulsando e implantando las citadas técnicas en las empresas del municipio que se prestan a que el alumnado del centro ponga en práctica su conocimiento en detección de fallos y averías en maquinaria acudiendo a las mismas plantas.

Y es que no es lo mismo realizar simulaciones en el aula que tener la oportunidad de practicar de manera más real con maquinaria en marcha dentro de las empresas completando así la formación. A cambio, las empresas conocen esas nuevas técnicas y pueden comprobar sus beneficios en sus sistemas de producción y mantenimiento.

El alumnado, “tras una primera fase de análisis de los equipos y tecnologías a utilizar en cada caso, realiza el trabajo de campo en la empresa tomando mediciones. Finalmente, presenta un informe justificativo en el cual se analizan los fallos detectados, así como los costes derivados”, explican desde el Instituto Zaraobe, que comenzó esta iniciativa el curso pasado con la implicación de dos empresas de la comarca de Ayala, a las que se han sumado este año otras cinco nuevas. Se trata de Amets, Construcciones Metálicas Ayala, Tubacex Taylor Accesorios, Garobel y Furlab. “Para ambas partes, la experiencia ha resultado muy positiva, así que el objetivo es seguir contando con la colaboración de las empresas para continuar impulsando este tipo de prácticas innovadoras y de alto valor tecnológico”, sentencian.

Competencias para la vida Otro programa que corrobora el interés del Instituto Zaraobe por las nuevas metodologías y la renovación pedagógica, más allá de las competencias puramente académicas, es la guía de competencias para la vida que ya ha comenzado a aplicar en los ciclos de Formación Profesional.

Se trata de la preparación de un Currículum de vida para que cada alumno identifique sus cualidades personales, así como sus habilidades sociales y profesionales. También se trata de ir estableciendo las pautas de convivencia del aula por parte de los propios estudiantes para aprender a expresar sus conflictos y a reciclar las actitudes negativas. Todo ello sin olvidar la formación en redes sociales como una herramienta más de comunicación y de ponerse en la piel del otro, por citar alguno de los ámbitos de desarrollo de la persona en los que hacen hincapié.

De hecho, “está previsto realizar una simulación de una circunstancia real en la que se activen diferentes emociones y que sirva como elemento desencadenante de una posterior reflexión en el aula sobre la emoción, el pensamiento y la acción”, adelantan. De igual forma, el alumnado trabaja por retos y en equipo, al tiempo que el profesorado trata de que tengan inquietudes creativas e incentivan en ellos la cultura emprendedora.

Todas estas cuestiones ya le han valido al Instituto Zaraobe la visita de varios orientadores de centros educativos vizcaínos interesados en conocer en profundidad un modelo que se basa en los trabajos de investigación de científicos sociales como Piaget o Vigotsky, y que ha sido desarrollado por un grupo de doce personas de diferentes ámbitos de la Formación Profesional del centro.