gasteiz - Ocio nocturno, tráfico, carga y descarga, limpieza de las calles, ferias... Son ruidos que los vecinos del Casco Viejo soportan a diario precisamente por vivir en el centro de la ciudad. Ruidos que se intensifican los jueves, viernes y sábado por la actividad de los bares, y que en ocasiones se convierten en molestos. Para adoptar soluciones que ayuden a conciliar ocio y descanso se ha creado una plataforma en el barrio que solicita al Ayuntamiento que coloque lo antes posible una red de sonómetros en distintos puntos para medir los niveles de ruido: dónde se disparan los decibelios, a qué horas y días, así como que se estudien las vibraciones y su alcance, ya que los instalados a día de hoy no ofrecen datos. Y a partir de la obtención de datos fiables, buscar soluciones a la contaminación acústica que molesta a los vecinos. Los medidores se situarían atendiendo al mapa de ruidos que tiene la Policía Local, donde se muestran los lugares del Casco más ruidosos los jueves, viernes y sábados a distintas horas. El Síndico ya ha trasladado esta petición al gobierno de Urtaran, que dice se ha mostrado receptivo.
La plataforma del Casco Medieval para la conciliación del ocio y el descanso es un colectivo ciudadano creado por iniciativa de las distintas asociaciones vecinales que actúan en este barrio con el fin de buscar y proponer al Ayuntamiento de Vitoria medidas de solución y prevención de las molestias que se generan en la zona como consecuencia, principalmente, de las actividades de ocio y hostelería, pero también de otras: tráfico, actividades comerciales, terrazas y veladores, limpieza viaria etc.
En los últimos años, los hábitos de ocio nocturno se han modificado sustancialmente en Gasteiz. Si antes se desarrollaban principalmente en el interior de los bares y restaurantes, hoy en día, gran parte de esa actividad se ha desplazado a la calle, como consecuencia de la prohibición de fumar en el interior, de la existencia de más terrazas, del botellón...; de ahí que las medidas de inspección y control del ruido que lleva a cabo el Ayuntamiento son insuficientes para atajar los problemas que originan estas nuevas costumbres de ocio.
Igualmente, en los últimos años, a la plataforma le consta que el Ayuntamiento no ha realizado campañas ni tomado medidas adicionales para reducir los problemas de ruido en el Casco Viejo. Una problemática, sin duda, “compleja y muy difícil de atajar, que requiere aunar medidas coercitivas con labores de sensibilización y concienciación”, considera la plataforma anti-ruidos. “Lo que tenemos claro es que no tomar ninguna medida no es una opción”. Su objetivo es, por tanto, elevar al Ayuntamiento reflexiones y propuestas consensuadas por vecinos, hosteleros, comerciantes, Policía Local y Síndico. Recuerda el colectivo que cuando se constituyó esta plataforma aún no se habían creado los nuevos auzogunes y elkargunes (órganos de participación ciudadana de los que se ha dotado la ciudad este año). Aun así, ve en la problemática del ruido un asunto de suficiente relevancia como para abordarlo de forma autónoma y monográfica.
La primera reunión de la plataforma tuvo lugar el 22 de febrero y sus miembros llegaron a varias conclusiones. Primero, el Síndico explicó que el objeto de este grupo de trabajo era abordar el polémico tema del ruido en el Casco Viejo que tanto separa a hosteleros y vecinos. Bajo la coordinación del defensor vecinal, la intención es que el grupo se mantenga vivo, se reúna con periodicidad y lance propuestas para que después las asuma el Ayuntamiento. La asociación de comerciantes del centro Gasteiz On quiso dejar claro que su finalidad no es denunciar a los bares que cumplen la legalidad sino a los que no la cumplen. “No estamos en contra de los bares”.
A día de hoy en la ciudad hay instalados 17 sonómetros, según el departamento de Medio Ambiente, pero sirven para bien poco porque por falta de dinero su mantenimiento es incorrecto. En el Casco Viejo están ubicados en las calles Pintorería y Zapatería, pero el primero no reporta datos desde 2013, y el segundo ofrece datos que no son fiables. Por tanto, en la práctica, no existe una red de sonómetros en funcionamiento. Y, sin embargo, para atajar el problema de los ruidos es requisito indispensable tener datos fiables. Por ello, la plataforma pide al Ayuntamiento que coloque sonómetros en diversos puntos del Casco Medieval, que se puedan mover de lugar cada cierto tiempo. En cuanto al lugar idóneo para colocarlos, considera que los más aptos para decir dónde se deben situar, porque conocen el ruido nocturno, son los policías municipales.
En la sesión intervinieron representantes de Gasteiz On y Tribal Area, por parte de los comerciantes; Elorza, Bodegón Gorbea, El 7, Pintozzería y El Nuevo, en representación de los bares; asociaciones de vecinos como Gasteiz Txiki y Los Arquillos Bizirik, la asociación Gaia, miembros de la Policía Local y de la oficina del Síndico.
Sonómetros. La plataforma del Casco Medieval para la conciliación del ocio y descanso solicita al Ayuntamiento que coloque lo antes posible medidores de ruido en distintos puntos del barrio para medir los decibelios y poder adoptar soluciones para frenar las molestias que provocan a los vecinos. A día de hoy hay dos sonómetros en el Casco, uno en Pintorería, que no da datos desde 2013, y otro en Zapatería, cuyos datos no son fiables.
Ubicación. La plataforma pide que los medidores de ruido se coloquen atendiendo al mapa de ruido de la Policía Local, que ya sabe dónde están los puntos más ruidosos. Y que cada cierto tiempo se vayan moviendo de lugar, ya que los ruidos se repiten en los mismos espacios, sobre todo los jueves, viernes y sábados.
La asociación de comerciantes del centro dice que su intención no es meterse con los bares que cumplen la legalidad sino con los que se la saltan. “El del ruido es un problema difícil, pero no irresoluble”. En la reunión del 22 de febrero intervinieron los colectivos de comerciantes Gasteiz On y Tribal Area; los bares Elorza, Bodegón Gorbea, El 7, Pintozzería y El Nuevo; las asociaciones de vecinos Gasteiz Txiki y Los Arquillos Bizirik; la asociación Gaia, la Policía Local y el Síndico.
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Sonómetros hay a día de hoy colocados, según el departamento municipal de Medio Ambiente, pero ninguno ofrece datos fiables. Por falta de presupuesto no se han mantenido correctamente.