gasteiz - El auzogune de Salburua, recién creado y fruto de la remodelación de los antiguos consejos territoriales, ha quedado desactivado casi antes de nacer. A la primera reunión de este foro, celebrada el pasado lunes 21, no asistió ni una veintena de personas, y de ellas cinco eran representantes políticos y siete trabajadores municipales. El resto, un portavoz del centro de salud, y cuatro representantes de tres asociaciones; el grupo social de la parroquia, Stop Desahucios y la asociación de vecinos del barrio.

Se cumplió así la predicción de Salburua Burdinbide, que advirtió en su día de que el de Salburua era el único auzogune que sólo abarcaba a un barrio, y que ante el escaso eco que ha tenido este foro ha decidido mudarse al de Judimendi. “Nosotros queremos conformar una red de redes con los barrios que comparten problemas con nosotros, en el barrio ya existía una red antes de que se abriera el centro cívico”, señalaba ayer a este diario Ioseba Martínez de Guereñu, presidente del colectivo vecinal. Según explica, sumando los asistentes a la reunión de Salburua y a la de Judimendi se alcanza la media que han registrado otros auzogunes, que por cierto han congregado a más personas que los viejos consejos territoriales de la ciudad.

Además de haber limitado el auzogune de Salburua sólo a este barrio, la asociación vecinal considera que desde el Ayuntamiento se ha cometido otro error, convocar a las asociaciones de forma genérica por correo electrónico, sin explicar a los nuevos el mecanismo de estos consejos, y sin establecer un contacto telefónico para solventar dudas, ampliar explicaciones o simplemente confirmar que se ha recibido el mensaje. “El trabajo desempeñado ha sido muy deficiente, la convocatoria fue un cortapega para todos. Quieren trabajar desde el centro cívico pero no se lo trabajan”, critica el portavoz vecinal.

Martínez de Guereñu explica que desde Participación Ciudadana se les ofreció la posibilidad de acudir al auzogune de Judimendi a proponer una unificación de consejos con sede en este barrio o en el nuevo centro cívico de Salburua. Así se hizo, y la conclusión que más consenso despertó fue que lo mejor es que Salburua, Aranzabela o Santa Lucía trabajen juntos en Judimendi. Así se hará. “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma, nos vamos a Judimendi pase lo que pase y digan lo que digan”, resume Martínez de Guereñu.

El Ayuntamiento, en todo caso, ha invitado a esta asociación a trabajar en la remodelación del auzogune de Salburua, que el Consistorio ha establecido como foro vecinal y social de cabecera, aprovechando que se cuenta con un centro cívico recién estrenado, y dotándolo de un importante equipo técnico, y que ahora se ve sin masa crítica suficiente para desarrollar su tarea. Salburua Burdinbide participará en esa revisión con una actitud “proactiva”, señala la asociación, pero la mudanza a Judimendi, en todo caso, es un hecho consumado. Eso sí, ello no significa, afirma el colectivo vecinal, que los técnicos de Salburua queden excluidos, pues entienden que también pueden “y deben” participar en estos encuentros.

En el Ayuntamiento no se cierran, por su parte, a reformar el esquema inicial de los nuevos auzogunes, en lo que al este de la ciudad atañe; la diferencia entre una y otra parte se refiere más a los ritmos. En Salburua Burdinbide consideran que los cambios se deben hacer ahora que los consejos se acaban de constituir, antes de que la afluencia baje aún más y se creen unas dinámicas más difíciles de modificar. La apuesta municipal es ir evaluando el nuevo modelo, modificarlo en función de las disfunciones que se detecten, y centrarse en fijar una agenda de temas de interés más que en el emplazamiento físico de los encuentros.

En todo caso, en Salburua Burdinbide están molestos por que no se haya tenido en cuenta la propuesta de la asociación de ampliar el radio de acción del nuevo auzogune, especialmente a la vista de los resultados obtenidos en su reunión constitutiva.

debates en el pleno La puesta en marcha de estos foros ciudadanos ha terminado con ocho meses de parón en el ámbito de la participación. El pasado mes de junio cambió el gobierno municipal de Vitoria, con todo lo que ello conlleva, y además ya desde meses antes el Ayuntamiento estaba en pleno proceso de renovación de su reglamento de Participación Ciudadana, que ahora echa a andar. No se trata sólo de transmutar los antiguos consejos territoriales y sectoriales en auzogunes y elkargunes. Además, a partir de septiembre las decisiones que se adopten en estos órganos de participación podrán debatirse en el Pleno municipal sin necesidad de presentarse con el aval de ningún partido político, como forzosamente ha ocurrido hasta ahora.

También cabrá la posibilidad de plantear consultas ciudadanas, tanto por parte del equipo de gobierno como de la oposición, pero también a cargo de asociaciones de la ciudad e incluso de particulares. A falta de cerrar un documento de consenso, la propuesta del equipo de gobierno pasa por efectuar un máximo de dos consultas anuales en las que se podrían plantear diferentes preguntas a la ciudadanía. Los partidos del Ayuntamiento han decidido posponer este debate a la espera de ver qué dice la nueva Ley Municipal al respecto.

Zonificación. La asociación de vecinos Salburua Burdinbide puso en cuestión la zonificación de los nuevos auzogunes, pues su barrio era el único que no compartía uno de estos consejos con otros distritos. A su juicio, no había masa crítica suficiente en Salburua para tener un único foro de debate. El Ayuntamiento quiere convertir el centro cívico de Salburua en un espacio de referencia, y en el mismo trabaja todo un equipo técnico dedicado a la participación.

Dinamización. Los vecinos también han criticado la promoción del auzogune realizada entre los colectivos potencialmente interesados, pues se envió un único correo electrónico a todas las asociaciones y no se llamó para confirmar su recepción o promover la asistencia.

Traslado. Tras la primera reunión, Salburua Burdinbide ha decidido que participará en las reuniones del auzogune de Judimendi, con el fin de abordar así los problemas comunes a todos estos distritos.

El presidente de la asociación Salburua Burdinbide explica que el barrio vitoriano ya cuenta con una cohesión asociativa suficiente, y que de lo que se trata ahora es de reforzar los vínculos con los barrios cercanos. El colectivo planteaba que, o bien las asociaciones del entorno se trasladaran a Salburua, o bien ellos lo hicieran al auzogune de Judimendi.

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Personas de media están asistiendo a los nuevos auzogunes, una cifra superior a la habitual en los hasta ahora conocidos como consejos territoriales.