Cómo reducir los riesgos de las lonjas juveniles

La colaboración que la Fundación Vital va a iniciar con Ai Laket es una apuesta por impulsar un ocio responsable entre los jóvenes alaveses. El proyecto, denominado Lonja Laket, busca reducir los consumos de riesgo, así como los riesgos asociados al consumo de drogas de forma recreativa del colectivo juvenil consumidor en las lonjas. Asimismo, persigue reforzar la decisión de los no consumidores que disfrutan de su tiempo libre en las bajeras, así como minimizar los riesgos que la opacidad de estos espacios puede ocasionar tanto en sus ocupantes como en la comunidad vecinal.

Para ello, el proyecto tiene un modus operandi muy concreto. Éste pasa por localizar las lonjas. Una vez señaladas en el mapa, se realizarán tres visitas a cada una de ellas, de dos horas de duración cada una. En la primera se hablará, entre otras cuestiones, de las bases de un consumo responsable, de los efectos de las drogas y, en caso de consumirlas, de la reducción de riesgos. Se ofrecerá a los jóvenes, además, información sobre mezclas y adulteraciones. En la segunda, se realizará un análisis cualitativo de sustancias ilícitas en la propia comunidad autogestionada, y el envío de éstas al laboratorio para su análisis cuantitativo. Además, se harán dinámicas sobre sexo seguro, se les informará sobre cuestiones legales, y se debatirá sobre género y drogas.

Por último, la tercera será en la que se ofrecerá a los jóvenes información sobre los planes municipales y la normativa que afecta a las lonjas, en el caso de que exista; se repartirá la guía de uso responsable de la propia bajera con medidas de seguridad y de convivencia, y se resolverán sus dudas. Además, se les repartirá material informativo sobre consumible preventivo, entre otras materias.

Para la Fundación Vital, “los jóvenes alaveses son una prioridad, activos de futuro que queremos situar en el lugar que se merecen, poniendo en marcha proyectos que les faciliten una formación integral que mejore sus expectativas de empleabilidad, una educación social basada en el respeto y la convivencia y poniendo en marcha propuestas adaptadas a sus inquietudes culturales y de ocio”, afirmó ayer José Félix Aspizua, responsable del área educativa y de empleo de la entidad. En esta línea se enmarca este proyecto, “una clara apuesta de la Fundación Vital por impulsar un ocio responsable en las lonjas juveniles en cuestiones tan importantes como el consumo de drogas, la convivencia con el vecindario o medidas para mejorar estos espacios que comparten los jóvenes de nuestro territorio”.

Por su parte, Unai Pérez de San Román, responsable de Lonja Laket, consideró esta iniciativa “un proyecto de prevención muy especial por el espacio donde se hace”. A su juicio, las lonjas juveniles “son un fenómeno muy particular de nuestro territorio y que se viene desarrollando en los últimos años, por lo que nos hemos adaptado a esta nueva realidad para poder poner en marcha un proyecto de prevención”. Poder trabajar en estos espacios “nos da la oportunidad de generar mucha confianza con el grupo, ya que están en su casa y con su gente. Y está confianza es fundamental para poder conseguir de forma eficaz el trabajo preventivo deseado”, concluyó.

Premio consejo de europa En 2012 la asociación Ai Laket recibió en Estrasburgo el premio Pompidou de cooperación en materia de lucha contra el abuso y el tráfico ilícito de estupefacientes. Se trata de un galardón creado por el Consejo de Europa en 2004 con el objetivo de premiar aquellos proyectos dirigidos a jóvenes y gestionados por estos. El proyecto Lonja Laket se impuso a otras 83 candidaturas de 24 países. El jurado valoró la innovación del proyecto y, en concreto, su trabajo con un grupo de difícil acceso, que sea gente joven la que está involucrada en el propio proyecto, que se trabaje en espacios auto gestionados, la idea de realizar las acciones in situ y que las propias personas que participen pueden después incorporarse a la asociación y formar a otras personas. - DNA / Foto: A. Oiarzabal

Lonjas. De un tiempo a esta parte, el fenómeno de las lonjas juveniles ha adquirido cierta visibilidad en las agendas políticas de los municipios vascos. La crisis, unido a normativas que limitan el uso del espacio público como la Ley Antitabaco o las ordenanzas municipales anti-botellón, han ayudado a la proliferación de este tipo de locales que se resisten a abandonar el estigma social que les acompaña desde sus orígenes, unido muchas veces al conflicto vecinal.

Porcentajes. En Vitoria, los últimos datos barajados estimaban que podrían existir 160 establecimientos de este tipo dentro del casco urbano, y 50 más en las zonas industriales y periféricas.

Medias. Si se calcula que cada uno de ellos está ocupado por una media de 18 personas, se puede deducir que en torno a un 10% de los jóvenes gasteiztarras de entre 16 y 29 años tiene lonja.

Ubicaciones. La mayor parte de ellas se ubican en Arana, Aranbizkarra y El Anglo, seguido de El Pilar y Zaramaga, mientras que Coronación y Casco Viejo son los barrios con menos concentración de locales.

Origen. El origen de este tipo de locales se remonta a los años 90, coincidiendo con el auge de los centros comerciales y la desaparición del pequeño comercio de barrio.

3

El proyecto Lonja Laket pretende localizar las lonjas existentes en las localidades del territorio histórico. Una vez conocida su existencia, el programa visitará los locales y ayudará a sus inquilinos en toda la información que necesiten sobre consumos, relaciones sexuales e, incluso, aspectos legales.