gasteiz - El Consejo de Accesibilidad ha solicitado al Ayuntamiento una visita para revisar una decena de obras nuevas de la ciudad que acaban de concluir o están a punto de finalizar para revisar si cumplen con la normativa de acceso para personas con problemas de movilidad, ya que, según ha detectado el colectivo, algunas de las reformas requieren correcciones, según explica el representante de la asociación de enfermos de esclerosis AEMAR, Kaiet Estrada.

El colectivo está a la espera de una respuesta por parte del ejecutivo del PNV que, precisamente ayer anunció al movimiento asociativo y vecinal de Gasteiz que en una semana el Ayuntamiento comenzará a convocar los nuevos órganos de participación ciudadana.

Estrada se queja de que en lo que a la accesibilidad se refiere, son en muchas ocasiones las asociaciones las que llevan el peso de un trabajo que deberían hacer los técnicos municipales: revisar que el urbanismo de la ciudad cumple con la Ley de Accesibilidad. Como ejemplo, cita el medio centenar de deficiencias que el Consejo de Accesibilidad detectó nada más inaugurarse la estación de autobuses de Euskaltzaindia; deficiencias aún sin corregir, dice. Incumplimientos, en su opinión, que se repiten en otros edificios de nueva construcción, rehabilitados y en calles y espacios públicos de Vitoria. De ahí la solicitud de esta visita.

Entre estos espacios está el Palacio Villa Suso, recientemente reformado por dentro, pero con un entorno aún inaccesible para personas con movilidad reducida. “Un espacio así no se debería usar para actos públicos porque no todo el mundo puede llegar a él. Es como si habilitan un baño para minusválidos en un primer piso sin ascensor”, ejemplifica. También el edificio que albergó el Banco de España, ahora en obras: “No sabemos cómo va a quedar, pero nos preocupa la escalinata de acceso”. El Consejo de Accesibilidad tampoco ha visto de forma oficial las nuevas oficinas municipales de San Martín, pero asegura que la cristalera no cumple la normativa porque carece de las dos bandas a diferentes alturas que sirven para señalizar la presencia de cristales a personas con falta de visión, por ejemplo. Algo similar observa el consejo en la Plaza de Abastos, obra en la que denuncia igualmente los escalones y las salidas de emergencia. En el rehabilitado polideportivo de Mendizorroza “hay 33 baños para mujeres y solo uno adaptado cuando la normativa especifica que, de cada diez, uno tiene que ser adaptado”, explica. Y en el nuevo Palacio Europa, las jardineras ocupan más de la mitad de la rampa de salida en la fachada del pequeño parque. Fuera del palacio de congresos, en la Avenida, “hay alcorques mal colocados y la señalización táctil no es correcta”.

El Consejo de Accesibilidad ve urgente también revisar la obra del polémico Iradier Arena, que carece de asientos para personas con movilidad reducida, no en silla de ruedas, pero sí para ciudadanos que caminen con muletas, bastón etc”. Y por último está el centro cívico de Salburua, con una rampa de salida de emergencia que no cumple la normativa de tamaño. “Si hay que hacer una evacuación puede ser peligrosa para personas con problemas de movilidad porque es más del doble de lo que debería”, apunta.