- Tal y como muchos predecían, al Consejo de Seguridad Nuclear, un órgano técnico cuyas decisiones toman personas elegidas por los partidos políticos, le parecen fiables las medidas adoptadas por Nuclenor, la empresa propietaria de la central nuclear de Garoña, para volver a poner en marcha el reactor. Ayer el CSN emitió una nota en la que apreciaba “favorablemente” las actuaciones llevadas a cabo, en la línea de sus pronunciamientos anteriores, que tras su aséptico tono esconden prolongados conflictos con los técnicos y entre los propios consejeros, a cuenta de una materia tan delicada como la gestión de la energía nuclear.
Esta vez, sin embargo, hay un matiz. El informe que respaldará el pronunciamiento de ayer “esta previsto que se produzca”, dice la nota, “durante el segundo semestre del año”, lo cual significa que habrá un nuevo gobierno en España, que al final es el encargado de adoptar la decisión última.
De este modo, ya no estará en manos de los actuales rectores en materia de Industria adoptar una decisión sobre la que ya se han posicionado. El PP está a favor de la reapertura, y el resto de partidos se han pronunciado meridianamente en contra de la misma. Así pues, la opinión del CSN en torno a Garoña no tiene más valor que el de dilatar la decisión sobre su reapertura y dejarla en manos de quien entre a gobernar en La Moncloa, una cuestión que a día de hoy no está nada clara.
En todo caso, para el Consejo de Seguridad Nuclear la empresa propietaria del reactor ha cumplido con las modificaciones recogidas en la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) emitida por el organismo regulador en su sesión de 30 de julio 2014. Así, el Pleno del organismo decidió “por mayoría de votos” que Nuclenor ha realizado correctamente la revisión de las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento Mejoradas, la modificación de diseño sobre la independencia y separación física de circuitos y sistemas eléctricos de la división eléctrica B, las mejoras del aislamiento de la contención primaria, y la modificación de diseño sobre la protección de equipos relacionados con la seguridad frente a la caída de la cubierta del edificio de turbina tras un incendio. También se informó favorablemente, por unanimidad, sobre la modificación de los requisitos de operación del edificio de almacenamiento de material usado en el que se realizan actividades de reacondicionamiento de residuos radiactivos de media y baja actividad.
Todas estas actuaciones estaban previstas en la guía de evaluación preparada por el cuerpo técnico para la evaluación y emisión del informe solicitado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (Minetur).
El pronunciamiento del CSN, y su clarificador último párrafo, se produjo precisamente el mismo día en el que todos los grupos con representación en el Congreso de los Diputados salvo el PP enviaron una carta a este organismo en la que instan a aplazar el proceso de evaluación para reabrir la central hasta la conformación del nuevo gobierno.
“Pedimos al CSN que detenga temporalmente el proceso de evaluación de la autorización de renovación de explotación de Garoña, hasta la formación del nuevo gobierno al que corresponda la decisión final sobre el informe preceptivo que emita el organismo colegiado que usted preside actualmente. Asimismo, solicitaremos formalmente su comparecencia en esta Cámara para informar debidamente de los hechos referidos”, sostienen los diputados, según informa Europa Press.
Además, los diputados alertan de que “otorgar una nueva licencia para que Garoña sea comercialmente explotada hasta 2031, aunque esté sometida a un informe condicionado por el regulador, podría permitir a las compañías propietarias la reclamación de pérdidas por lucro cesante, en caso de que el próximo gobierno decidiera mantener la actual orden ministerial de cese de explotación definitivo, causando graves problemas a la Hacienda Pública”.
EH Bildu, uno de los grupos representados en el Congreso, registró ayer su primera iniciativa en la Cámara, que precisamente insta al Gobierno a desmantelar la central nuclear de Garoña e impulsar de manera urgente la reindustrialización de las comarcas afectadas por su cierre.
La petición. Todos los grupos del Congreso de los Diputados salido de las elecciones de diciembre, salvo el PP, pidieron ayer al CSN que no se pronuncie sobre Garoña hasta que se conforme un nuevo gobierno en España.
La respuesta. El CSN informó favorablemente sobre las mejoras realizadas en la central por Nuclenor, pero afirmó que no emitirá el correspondiente informe hasta el segundo semestre del año, cuando presumiblemente habrá un nuevo ejecutivo.