hace veinte años, que una institución pública como la Diputación Foral de Álava impulsara con el dinero de todos la creación de un campo de golf no llegó a generar ni la mitad de revuelo que lo que causaría el mismo hecho hoy en día. Naturgolf, la sociedad foral surgida a tal efecto, nació en 1994 con la idea de ejercer de epicentro económico para revitalizar la zona de la Montaña Alavesa con el golf como leitmotiv. En 2002 alcanzó sus mejores datos, con 47.000 visitas a sus instalaciones, pero la puesta en marcha de nuevos campos tanto en Álava como en provincias cercanas como Bizkaia, Gipuzkoa, Navarra y, sobre todo, La Rioja, fue el pistoletazo de salida a un declive que en 2005 era ya una cuesta abajo sin frenos. Actualmente la sociedad pública de la Diputación arrastra un déficit de explotación de alrededor de medio millón de euros anuales, y subsiste gracias a las subvenciones forales de los últimos años, con una media de 474.000 euros al año.

Sólo durante la pasada legislatura, el ejecutivo popular de Javier de Andrés desembolsó un total de 1.634.000 millones para cubrir las deudas de Naturgolf, y el proyecto presupuestario foral para 2016 guarda una partida de 360.000 euros en concepto de “compensación de pérdidas”. Pese a todo, con la intención de evitar que muera por inanición, la Diputación ha decidido poner en marcha un plan estratégico para el complejo de Izki con el objetivo de recuperar su concepto inicial y que sirva como punto de apoyo para la Montaña Alavesa.

El documento, al que ha tenido acceso este periódico, establece por ejemplo la necesidad de estrechar lazos con Rioja Alavesa para acometer un maridaje que beneficie a ambas zonas, y parte de dos premisas de futuro sobre las que asentar el proyecto: “Incrementar el número de visitantes a Izki hasta conseguir un volumen más cercano a la estabilidad presupuestaria” y “aportar un volumen razonable de nuevos turistas que contribuyan a dinamizar la riqueza turística de la Montaña”.

En el ejecutivo foral asumen que el complejo de 18 hoyos diseñado por el fallecido Severiano Ballesteros, que actualmente cuenta con unos 400 abonados -la mitad que hace diez años-, “lleva más de una década sin realizar acciones bien meditadas para la promoción tanto del complejo como de la zona” por lo que han decidido “restablecer la promoción del campo con ayuda de expertos en turismo de golf” para crear paquetes turísticos vinculados a la gastronomía, el enoturismo, el Valle Salado o la Catedral de Santa María, entre otros. Para la Diputación, uno de los problemas que han lastrado al campo de Izki es que a nivel comercial se han centrado en captar principalmente visitantes y jugadores del País Vasco, cuando “parece claro que las instalaciones de Urturi deben orientarse a conseguir clientes procedentes de otras áreas geográficas”.

La enorme bajada de usuarios -este año han recibido 20.000 visitas, de las que 15.500 corresponden a los 400 abonados- ha supuesto una losa de la que Naturgolf no se ha podido reponer hasta ahora. De hecho, la sociedad foral cerrará este 2015 con un gasto total de 840.000 euros, según su propia estimación. En este sentido, además de las personas llegadas de las provincias limítrofes, en los últimos años ha sido importante la afluencia de visitantes de Madrid, Cataluña, las dos Castillas, Cantabria y la zona de Iparralde, pero el nuevo plan quiere centrarse principalmente en el público objetivo de “Madrid, Barcelona y los países europeos”.

rioja alavesa Naturgolf, que desde su creación perdió por el camino los nueve hoyos del campo de Lagrán, tiene en los 18 de Urturi unas instalaciones que están funcionando “al 50% de su capacidad teórica”. Ante la crisis intentó posicionarse “conscientemente” en “la parte baja del rango de precios” en comparación con el resto de campos de golf vascos y de los alrededores, pero sin grandes logros. El nuevo plan estratégico lanza ahora su swing hacia los tres mercados citados para reorientar el modelo de comercialización y promoción del campo con ofertas “más completas”, dirigidas a la estancia de los jugadores durante varios días en la provincia añadiendo a la oferta del campo su integración con otros productos turísticos de Álava.

Y ahí, “la opción principal, y la más natural, es Rioja Alavesa”, apunta el documento foral como complemento idóneo a la Montaña Alavesa, puesto que la zona vitivinícola “dispone de recursos turísticos más acordes a la demanda” de los potenciales clientes de Izki Golf, ya que, como admiten sus propios gestores, “existe un claro déficit de infraestructura hostelera en la zona”, y los visitantes al campo ya pernoctan en gran medida “en hoteles de Laguardia, Vitoria y Logroño”, aunque también sigue habiendo usuarios que continúan durmiendo en los escasos alojamientos disponibles en la Montaña Alavesa. De hecho, la propia ubicación del complejo, alejado de otros puntos de interés turístico de la provincia, ha sido desde sus inicios uno de los lastres del campo, unido a que durante estos años “en ningún momento se ha desarrollado una acción comercial agresiva” como resorte al notable descenso de usuarios.

Así las cosas, el proyecto foral recoge cuatro puntos estratégicos sobre los que basar el plan de reactivación de Naturgolf, ofertando distintos paquetes promocionales para atraer a los aficionados a este deporte, la mayor parte de ellos de un nivel adquisitivo alto. Propuestas que irán desde las destinadas a unir el golf con el enoturismo -con la Rioja Alavesa como base- a otras con la gastronomía del territorio como maridaje, una tercera con los atractivos culturales de la provincia, una cuarta oferta para que sus usuarios descansen en “hoteles de gran confort” y spa, y otras como ofertar la visita al campo dentro de la celebración de congresos y convenciones. Además, el complejo de Urturi se integrará con otros campos mediante acuerdos y convenios de fidelidad.

Desde el departamento de Desarrollo Económico y Política Territorial, su diputada Pilar García de Salazar confiaba hace unos días en una entrevista a este periódico en que Naturgolf pueda aún disfrutar de una segunda vida para evitar así que el dinero público invertido caiga finalmente en saco roto. La teniente de diputado general criticaba entonces que esta sociedad sufriera durante la legislatura pasada una total inacción a manos del ejecutivo popular, algo que en la Diputación confían ahora en poder revertir de la mano de este nuevo plan estratégico.

Para el ente foral, “ahora que la pérdida de explotación se ha reducido en un 44% en los últimos ocho años” el siguiente “y fundamental” paso es “replantearse una estrategia comercial, un análisis de clientes y mercados potenciales y el desarrollo de nuevos productos, realizando acciones promocionales para darle el impulso turístico necesario a la zona y aumentar el número de visitantes, con un aumento directo de los ingresos medios”.

Ahora resta comprobar si la tecla que el ejecutivo foral quiere pulsar para engrasar la maquinaria de Naturgolf es la adecuada y sirve para revertir la tétrica tendencia de estos últimos años, en los que en lugar de recibir pelotas de golf los 18 hoyos de Izki han sido un pozo sin fondo para el dinero público. De no lograr cambiarlo, el futuro del complejo de Izki se antojaría complicado, teniendo en cuenta la ingente cantidad de dinero público que se ha perdido ya por el camino y que otros partidos de la cámara foral, como EH Bildu, lleva años reclamando que se cierre para acabar con su sangría financiera. Por ahora, el green de Urturi va a tener una nueva, quizás la última, oportunidad para seguir adelante.

capacidad. Según su propia estimación, actualmente las instalaciones del complejo de Izki se están utilizando sólo al 50% de su capacidad ante la falta de jugadores y usuarios.

socios. El complejo dispone ahora de 400 abonados, que suponen 15.500 visitas de las 20.000 con las que Izki cuenta anualmente. En 2002 tenía mil socios.