gasteiz - Para 2018, todos las construcciones residenciales que superen los cincuenta años de antigüedad deberán pasar la Inspección Técnica de Edificios, un control de mantenimiento que certificará que las viviendas en cuestión cumplen con todos los requisitos en materia de seguridad, accesibilidad, salubridad u ornato. Al igual que ocurre cuando se pasa la ITV al coche, el organismo acreditador dará el aprobado o no, y si no se supera el control se indicará qué mejoras hay que realizar para reubicar al edificio en la legalidad. Ayer el portavoz del grupo municipal del PSE, Peio López de Munain, planteó al alcalde vitoriano, Gorka Urtaran, la necesidad de que el Ayuntamiento contribuya a hacer menos costoso el trámite a los vecinos de Gasteiz, y ambos pactaron por tanto abrir una línea de subvenciones el próximo año en torno a esta ITE.

La decisión se adoptó en la reunión que ambos mantuvieron en el Ayuntamiento en el marco de la ronda de partidos que Urtaran está llevando a cabo con los grupos de la oposición para negociar la aprobación de su proyecto presupuestario. “Es un tema que nos preocupa bastante, la gente no está haciendo esta revisión y hay que animarles a que la hagan, queremos que se les subvencione, que se eche una mano a la gente para que haga esa inspección”, señaló López de Munain al término de la reunión.

La idea es que los técnicos de Ensanche 21 se encarguen de estudiar las solicitudes, entre otras cosas porque esos mismos trabajadores serán después los responsables de aprobar las ayudas a la rehabilitación de viviendas. Ambas cuestiones estarán íntimamente ligadas. Según recordó López de Munain, la normativa no permite conceder ningún apoyo económico a obras de rehabilitación de viviendas que no hayan pasado la ITE, tenga el edificio la antigüedad que tenga. “Se le dirá a los ciudadanos qué estudios tienen que hacer obligatoriamente. Si los hacen, tendrán ayudas, y si no se expondrán a una sanción”, explicó el portavoz socialista.

No hay un coste concreto para este tipo de inspecciones, obligatorias por un decreto del Gobierno central firmado en 2011, pues hay múltiples factores que se deben estudiar en la ejecución de una ITE y es en función de éstos que el precio resultante resulta mayor o menor. Por otro lado, aunque el registro ITE es responsabilidad del Gobierno Vasco, las comunidades de vecinos tendrán la obligación de presentar la certificación en el Ayuntamiento. Todos los edificios construidos antes de 1968, por tanto, deberán contar con este documento en dos años y, según asegura el PSE, la puesta al día del parque inmobiliario vitoriano no se está llevando a cabo con la agilidad necesaria.

Precisamente la obligación de pasar la ITE se produce en la legislatura en la que el Ayuntamiento vitoriano ha apostado por la reforma de las viviendas más antiguas de la ciudad. La Unión Europea ha contribuido con una decena de millones de euros para que el barrio de Coronación sea la punta de lanza de esta política rehabilitadora mediante un plan para mejorar la eficiencia energética de más de un millar de pisos de este barrio. El proyecto pasa por seguir más adelante con el resto de barrios de la ciudad de más de medio siglo de antigüedad.

Por otro lado, la sociedad del Gobierno Vasco que pilota el proceso de Coronación, Visesa, ha liderado además la rehabilitación de un edificio en el barrio de Zaramaga también bajo criterios de eficiencia energética y con subvenciones del Ejecutivo y del Ayuntamiento vitoriano de por medio. La propuesta del PSE con respecto a la ITE vendría a sumarse a esta política de rehabilitación que llega tras más de una década de nuevas construcciones y de expansión de la ciudad.

enmiendas sociales Al margen de este punto concreto sobre la ITE, en el encuentro celebrado ayer López de Munain y el alcalde cerraron definitivamente el capítulo presupuestario entre PSE y PNV. Socialistas y nacionalistas mantienen un acuerdo de carácter municipal en todo Euskadi en virtud del cual antes de elaborar el borrador del Presupuesto ambas formaciones acordaron una serie de partidas para 2016 que luego, por errores técnicos, no se sumaron al proyecto del equipo de gobierno. Ayer el alcalde y López de Munain pactaron su reincorporación, previo estudio técnico, tal y como se quedó en su día. “Son partidas que responden a nuestra identidad, relacionadas con asociaciones de perfiles sociales y relativos a la salud”, señaló el portavoz del PSE.

Toda vez que el documento presupuestario ya es público no cabe su modificación, y por ello ayer el alcalde y el representante socialista acordaron introducir dichas partidas como enmiendas conjuntas de ambos partidos. López de Munain confía en que, dado que las partidas “son de carácter social”, lograrán el apoyo del resto de formaciones de la Corporación. “Por nuestra parte, con esto el Presupuesto queda tal cual lo hemos negociado”, señaló el portavoz del PSE.

Sin embargo, los votos de PNV y PSE no bastan para sacar adelante las Cuentas, aunque sólo a priori, pues el gobierno tiene potestad legal para eludir al Pleno en esta materia, y por otro lado una abstención del PP, o de EH Bildu, Sumando e Irabazi, haría valer el voto de calidad de Urtaran. En todo caso, el primer edil busca apoyo externo y por ello mantiene esta semana contactos con el resto de formaciones, contactos que arrancaron el lunes con Irabazi y Sumando-Hemen Gaude, y que prosiguieron ayer con PSE y EH Bildu. El jueves Urtaran se reunirá con el portavoz municipal del PP, Javier Maroto, para cerrar una ronda que se desarrolla a la par que el periodo de enmiendas al Presupuesto. El calendario de la comisión de Hacienda prevé que el 18 de enero el Pleno acuerde la aprobación inicial de las cuentas para 2016.