gasteiz - El próximo viernes por la tarde, los jóvenes arrendatarios de las lonjas del centro comercial de Gazalbide que utilizan estos locales para disfrutar de su ocio en cuadrilla firmarán la normativa de convivencia que ellos mismos han diseñado junto con los comerciantes de la zona y los vecinos, con la intermediación de la asociación Etxegorri. Desde que se creó este colectivo, uno de sus retos fundamentales ha sido el de acabar con las tiranteces que se venían sucediendo entre las tres partes, y por ello desde hace varios meses han tratado de consensuar un borrador de normas de convivencia que ahora por fin ve la luz.

Los usuarios de las lonjas se comprometen, así, a no dejar ningún tipo de basura en las inmediaciones de sus locales, ni a acumularla en el interior, y a recogerla si es que realizan alguna actividad en los pasillos o alrededores del centro comercial.

También asumen que no generarán ruidos que puedan molestar a los comerciantes o vecinos, y que a partir de las 23.00 horas se mantendrá la puerta de la lonja cerrada. Si se abre, pues en muchas ocasiones se dan temperaturas muy altas en el edificio, no se generará ningún ruido superior al de una conversación normal. Los jóvenes se comprometen además a respetar el mobiliario de la zona, a no realizar actividades deportivas en los pasillos del edificio, y a aparcar sus bicicletas en las zonas habilitadas para ello, con especial atención a dejar libres las rampas para minusválidos y las aceras.

Además dejan por escrito su intención de no hacer botellón en la zona (lo que no implica que no puedan tomar algo fuera de la lonja) y aseguran que si ponen una terraza fuera de su local, dejarán espacio libre para el tránsito de viandantes y sólo sacarán mesas y sillas, en ningún caso sofás u otros elementos de gran tamaño. También se comprometen a no crear ninguna situación de peligro o violencia con los vecinos, y si tienen algún problema con éstos, podrán dirigirse a Etxegorri para dar cuenta del mismo.

Por último, los jóvenes afirman que respetarán a los comerciantes de Gazalbide, que procurarán no causarles molestias, que mantendrán las puertas del centro comercial cerradas para evitar que entren extraños, y que no crearán ninguna situación de peligro dentro de su lonja que pueda generar daños en el mobiliario urbano o en el propio centro comercial. El documento contempla además supuestos “excepcionales”, como eventuales actitudes racistas o sexistas que implicarán la expulsión del autor de la lonja de la que sea usuario.

La normativa de convivencia impulsada por Etxegorri tiene, en todo, caso fecha de caducidad, pues en breve será el Ayuntamiento el que diga qué se puede y no se puede hacer en las lonjas. El síndico elaboró un borrador de ordenanza de lonjas juveniles que los grupos municipales deberán completar a lo largo de los próximos meses y que se aprobará a medio plazo. El defensor vecinal, Martín Gartziandia, se dirige a “vosotras y vosotros, esos miles de jóvenes que actualmente tenéis o planeáis tener en el futuro, una lonja juvenil”, en un documento que prohibe cocinar, dormir, acumular basuras o realizar actividades lucrativas en estos espacios, que deberán estar debidamente acondicionados. Por otro lado, el texto fija unos derechos para los arrendatarios ahora inexistentes.

“Nosotros hemos dado una solución que entendemos que es un parche, se trata de intentar que la convivencia sea lo más cívica posible hasta que se apruebe la normativa de lonjas. En ese momento daremos por concluido el trabajo, cuando las lonjas tengan derechos y obligaciones”, explica Jon Ander Resa, portavoz de la asociación Etxegorri.

Enrique eguren Por otro lado, Etxegorri está presentando durante este mes a los grupos municipales vitorianos su proyecto para peatonalizar la plaza Enrique Eguren, tal y como reclaman los comerciantes y hosteleros de la zona. La asociación vecinal plantea ampliar la acera, que apenas alcanza el metro y medio de ancho, y señalizar la vía que se reserve a los coches con bolardos, tal y como se ha hecho en la cercana calle Ricardo Buesa. La idea es crear una vía de tráfico lento para residentes y para la carga y descarga, y eliminar los aparcamientos de la zona, para crear un entorno más amable y también más seguro para los niños que juegan en el parque infantil de la plaza.

Precisamente el del aparcamiento es uno de los principales problemas del barrio de Txagorritxu, y por ello Etxegorri plantea la sustitución de los aparcamientos en fila por otros en batería en calles cercanas como Chile, Monseñor Mateo Múgica, Argentina y Telesforo Aranzadi. El proyecto, además, “encaja perfectamente en el plan que existe para crear una supermanzana en la zona”, explicó ayer Jon Ander Resa a DNA. El próximo lunes Etxegorri presentará su proyecto en detalle en la comisión de Urbanismo, aunque a falta de reunirse con el equipo de gobierno y con el grupo municipal del PP, la acogida entre el resto de partidos ha sido “muy buena”, señaló Resa.