vitoria - Mientras, pese a las trabas, incrementa mensualmente sus estadísticas en carga transportada -en agosto logró batir su récord de los últimos diez años-, el aeropuerto de Foronda arrastra un problema que sus trabajadores no están dispuestos a mantener más tiempo oculto.
La eliminación de la licencia H24, la posibilidad de abrir sus puertas durante todo el día, obligó a la terminal a cerrar en horario diurno desde agosto de 2012. Desde entonces, el horario oficial del aeródromo es de 20.30 a 8.30 horas, pero hace algo más de un año el Ministerio de Fomento permitió a las compañías operar a cualquier hora en Foronda siempre y cuando avisen con más de cuatro horas de antelación, abonando las tasas establecidas. Esta posibilidad obliga a 21 trabajadores del aeropuerto a estar en alerta constante pues, en cualquier momento, pueden recibir una llamada que les obligue a ir a trabajar fuera del horario para dar servicio a las compañías.
El problema es que lo que en su momento AENA preveía que iban a ser actuaciones más o menos puntuales se han convertido en algo habitual, por lo que la presencia de los empleados se ha disparado. “En lo que llevamos de año hemos tenido ya 454 operaciones fuera del horario operativo”, explica a este periódico Alex Bastida, representante sindical de la plantilla del aeropuerto. El año pasado sumaron en total 273.
Ante esta tesitura, el incremento de estas operaciones fuera de horario ha provocado, según denunció ayer en nota de prensa la sección sindical de CCOO en Foronda, que parte de los empleados “haya rebasado el límite de las ochenta horas extra marcado por el estatuto de los trabajadores”. “De momento ya son cinco las personas que han sobrepasado las ochenta horas legales, pero dentro de poco serán más”, apunta Bastida. De los 21 trabajadores que deben atender los vuelos que llegan a Vitoria fuera de las horas de apertura, tres trabajan en operaciones, otros tres en la central eléctrica y quince pertenecen al parque de Bomberos.
Así las cosas, los empleados de Foronda temen que, ante la obligación de desembolsar un notable número de horas extra, AENA decida directamente cortar por lo sano y “denegar las peticiones para operar fuera del horario, frenando el desarrollo económico y social de Álava y el País Vasco”, según reza el comunicado. “Es muy posible que se planteen no concederlas. A la directora del aeropuerto -Begoña Llarena- le mandé un escrito en julio para advertirle de lo que estaba pasando, pero no he tenido ninguna respuesta oficial más allá de que iba a consultarlo en Madrid”, asegura.
Además, los empleados ponen sobre la mesa los contratiempos que sufren por la obligatoriedad de estar disponibles para acudir raudos y veloces cuando les avisan de que una compañía va a operar en Vitoria fuera del horario. “El jueves hubo un vuelo de aficionados alemanes que venían a ver el partido contra el Athletic de Bilbao y que iba a llegar a las 12.00, pero acabó llegando a las 14.00 horas. Y es sólo un ejemplo reciente”, asevera Bastida, que como medida para mejorar la situación propuso a la directora de Foronda que AENA cobre por adelantado las tarifas -o al menos parte de ellas- a las compañías que piden despegar o aterrizar en el aeropuerto, pues entre unos y otros “te marean constantemente”.
“Si tienes que venir tal día el anterior te dicen que no, que a otra hora. Y luego te lo cambian otra vez. Como no son vuelos regulares, al final pagamos siempre los mismos”, concluye el portavoz sindical, para el que “los dirigentes de Foronda lo sitúan a la cabeza de los aeropuertos de AENA en fraude a los ciudadanos, además de incumplir los preceptos legales”.