gasteiz - La rápida intervención de una patrulla de la Ertzaintza logró evitar una tragedia personal el pasado miércoles. La decisión de los agentes a la hora de tomar decisiones evitó que una mujer se despeñase desde el nacedero del río Nervión, en el corazón del Monte Santiago, casi en el vértice que separa los territorios de Álava y Burgos. Al parecer, la mujer había anunciado previamente que su intención pasaba por tirarse intencionadamente desde la atalaya sobre la que se precipitan al vacío las aguas del río.
Según la información facilitada por el Departamento vasco de Seguridad, los agentes llegaron a sentarse al borde de un precipicio junto a la mujer, a la que acabaron convenciendo para que desistiera de sus intenciones. Todo sucedió a las 16.30 horas del miércoles. Entonces, una llamada al teléfono 112 de SOS Deiak explicaba que una mujer acababa de abandonar su domicilio con la intención de quitarse la vida. La Ertzaintza centró la búsqueda de esta persona en el entorno del nacimiento del río Nervión, una zona fronteriza entre Araba y Burgos, gracias a una foto de ese paisaje que la propia mujer envió a la familia a través del teléfono móvil, después de su marcha. Con las pistas en la mano, varias patrullas de la Comisaría de Laudio, el centro policial más cercano, fueron movilizadas y desplazadas hacia ese lugar. También fue alertada la Guardia Civil, una ambulancia y un psicólogo.
Los agentes fueron los primeros en llegar al paraje natural. Tras iniciar la búsqueda, encontraron a las seis de la tarde en un aparcamiento el vehículo de la mujer desaparecida. Poco después localizaron a esa persona sentada al borde de un precipicio de cerca de 300 metros de caída. Los ertzainas entablaron primero una conversación a distancia con la mujer para tratar de disuadirla de sus pretensiones. Sin embargo, para ganarse su confianza los agentes llegaron a sentarse con ella al borde del acantilado. De esa forma, consiguieron retirar a la víctima de la zona de peligro, sana y salva. En total, los ertzainas permanecieron media hora en comunicación con la mujer hasta solucionar la situación de riesgo. Finalmente la persona auxiliada fue evacuada en ambulancia al Hospital de Basurto para recibir atención médica.
En otro orden de cosas, un pequeño incendio en un armario de condensadores que da servicio de luz a los compresores del supermercado de Eroski en la calle Pío XII alarmó el pasado jueves a clientes y trabajadores, que fueron desalojados durante la intervención de los Bomberos. Aunque el armario quedó inutilizado, el fuego no afectó a las cámaras frigoríficas ni a otros elementos del centro comercial. Los integrantes del retén de Aguirrelanda desalojaron la zona comercial de clientes y personal hasta comprobar que el fuego eléctrico estaba extinguido y que no había humo ni en la zona de descarga de material ni en el supermercado.