gasteiz - El noveno diputado general de la democracia arrancará hoy su mandato con un encuentro con el alcalde de Gasteiz y tratando de “reconducir” las relaciones de su institución con los trabajadores forales. El día uno de una legislatura marcada por la “responsabilidad”.

Lo primero, felicidades por su investidura, zorionak. ¿Es éste el momento más feliz de su vida política?

-Desde luego, es un momento muy importante de mi vida política y en el que además siento mucha responsabilidad. Álava tiene unos retos tremendos y hay que afrontarlos ya.

Ha pasado más de un mes desde su victoria en las elecciones forales. ¿Se ha hecho larga la espera?

-Se ha hecho larga, aunque la investidura ha sido temprana respecto a lo que ha sucedido otras veces. Ha sido un mes en el que hemos asistido a diversos pactos entre fuerzas políticas y a muchos movimientos, y al final estos procesos se hacen largos. Cuando uno gana las elecciones lo que quiere es empezar a trabajar cuanto antes. Tenemos un proyecto muy sólido, con muchas ideas, y lo que queríamos era ponerlo en marcha cuanto antes. Por eso hemos procurado que la sesión de hoy -por ayer- se adelantase todo lo posible, porque no queríamos ir a lo que sucedió hace cuatro u ocho años, al mes de julio, a nombrar el gobierno y vernos casi en agosto con la maquinaria de la Diputación en funcionamiento.

¿Se ha visto en todo momento como diputado general durante este tiempo?

-Sí, yo no tenía ninguna duda. Desde el 24 de mayo hasta hoy no he tenido ninguna duda de que iba a ser el diputado general. Somos la primera fuerza política en las Juntas Generales y, sobre todo, no hay ninguna alternativa viable, de ningún otro candidato a diputado general que tuviese posibilidades reales de obtener un número mayor de apoyos. No he dudado nunca que iba a ser diputado general después de haber ganado las elecciones.

¿Qué es lo primero que va a hacer mañana -por hoy- como nuevo diputado general de Álava?

-Tengo una jornada maratoniana, sobre todo de radios. Pero tengo prevista una reunión con el alcalde de Gasteiz, con Gorka Urtaran, para analizar juntos aquellas cuestiones en las que la Diputación y el Ayuntamiento pueden colaborar. Creo que es importante empezar la legislatura, desde el primer día, poniendo de manifiesto esa buena sintonía entre las dos instituciones y ese ánimo de colaborar.

¿Y después?

-Después de esa entrevista, recorreré las dependencias de la Diputación para saludar al personal, y hoy mismo -por ayer- he anunciado que tengo previsto ponerme en contacto con la Junta de Personal del IFBS y también con los representantes de los trabajadores de la Diputación para concertar dos citas cuanto antes.

Toca reconstruir puentes.

-Estamos manteniendo una relación continua con ellos desde que estamos en la oposición y creo que es importante reconstruir esos puentes desde el principio. Primero, trasladarles el reconocimiento por lo que hacen y después, nuestra intención de reconducir las relaciones con la Diputación de manera inmediata.

¿Es difícil empezar a trabajar en julio, con las vacaciones a la vuelta de la esquina?

-No, la verdad es que me lo tomo con mucha ilusión. Sé que las elecciones forales siempre son en estas fechas y el inicio de la legislatura pilla en julio y a veces casi en agosto, sé que este año toca descansar muy poquito, pero tengo muchas ganas de poner en marcha las políticas que creemos que Álava necesita.

Sumando al PSE, su equipo tendrá el apoyo de 18 de los 51 procuradores de las Juntas Generales. ¿Un gobierno débil?

-Si esto es un gobierno débil, más débil era el de Javier de Andrés, que tenía 16. Creo que 18 procuradores es el mayor apoyo para un gobierno foral en los últimos años. Pero, más que el número, lo más importante son las intenciones que tenemos, de hablar, de negociar y tender puentes con todos. Las personas que vamos a estar al mando de la institución somos muy dialogantes, escuchamos mucho, y queremos acuerdos con todo el mundo.

¿Ha sido sencillo entenderse con los socialistas para formar gobierno?

-Todavía estamos cerrando los flecos de la negociación. Lo que tenemos prácticamente cerrado es el acuerdo programático, que ha sido largo y complejo porque va mucho al detalle, con un número de medidas muy importante. Pero partíamos ya de un diagnóstico compartido durante la pasada legislatura desde la oposición y eso ha hecho más sencillo llegar a un acuerdo.

¿Cuándo se conocerá la composición definitiva de su Ejecutivo?

-En los próximos días.

Viendo las últimas declaraciones de algunos dirigentes del PP, el principal grupo de la oposición, parece difícil tejer acuerdos con ellos.

-El PP tiene que elegir entre el modelo Maroto, que es el modelo de Madrid, de estar solo en la política española y olvidarse de Vitoria y Álava, u otro modelo pegado a la realidad, en el que defienda los intereses reales de alaveses y alavesas. Tendrá que tomar esa decisión. Si quiere defender los intereses de la ciudadanía, no le queda otra alternativa que intentar que sus políticas salgan adelante buscando acuerdos con el Gobierno foral.

¿Cuál va a ser su línea de acción prioritaria en estos primeros días de mandato?

-Vamos a intentar poner en marcha cuanto antes el mayor número de medidas posibles destinadas a la recuperación económica y la generación de empleo, sin olvidar que hay que dar los primeros pasos para reconstruir los servicios sociales.