vitoria - Puede que haga falta bastante más que un discurso contundente para apagar todas esas voces que continúan diciendo que al PNV nunca le importó nuestro territorio, pero el que ayer dio Andoni Ortuzar no pudo ser más persuasivo. “Nuestra gran apuesta es Vitoria y Álava. Y estoy aquí porque el PNV es la única alternativa real al PP. Porque queremos demostrar que cuando hay voluntad política se llega a acuerdos. Porque con el PNV habrá un cambio de estilo, de posiciones, de contenidos. Porque estoy seguro de que el PNV va a ganar”, subrayó. Se le vio convencido de verdad. Esta vez sí. La Diputación jamás ha sido un feudo especialmente difícil de conquistar y en el Ayuntamiento gasteiztarra, donde las encuestas dan ganador al popular Javier Maroto, se habla por primera vez de la posibilidad de no respetar la lista más votada y buscar acuerdos entre otros grupos para desbancarle.
“Respetar la lista más votada es lo deseable, pero luego está la capacidad de gobernabilidad”, justificó Ortuzar. Al final, de lo que se trata es de que las instituciones estén lideradas por partidos capaces de mantener la estabilidad, de lograr acuerdos y de impulsar proyectos. Y, a juicio del PNV, Maroto ha demostrado que no puede ofrecer eso al Ayuntamiento de Vitoria. En esta legislatura que está a punto de acabar, los jeltzales han salido “escaldados” de algunos de los pactos suscritos con el alcalde gasteiztarra, como el de dotaciones de equipamientos. Y, a cuenta de polémicas como la de las ayudas sociales, las relaciones se han enfriado más. “No nos volverá a pillar”, apuntilló el burukide.
En el Ejecutivo foral, el PP lo tiene muy difícil para ser la lista más votada y más aún para llegar a acuerdos. El gabinete de De Andrés deja atrás un mandato donde no ha sido capaz de hacer ni un solo amigo. Estilo que ha mantenido en precampaña y que el aspirante a diputado general por el PNV, Ramiro González, confía en que el electorado castigue. Frente a polémicas, ataques e insultos, él ofrece “trabajo, colaboración y cooperación”. - J. S.