gasteiz - La música sirvió ayer como hilo conductor para dar la primera bienvenida a San Prudencio y Nuestra Señora de Estibaliz. El Teatro Principal de Gasteiz volvió a quedarse pequeño para acoger un pregón festivo que esta vez ha tenido como protagonista a un alavés de corazón aunque actualmente alemán de adopción, más bien ciudadano del mundo, que ha triunfado dentro y fuera de estas fronteras haciendo lo que mejor sabe, dirigir orquestas. Se trata del amurrioarra Diego Martín Etxebarria, que el año pasado vivió un nuevo punto de inflexión en su exitosa carrera al debutar en la Staatsoper de Berlín, dirigiendo dos óperas de Paul-Heinz Dittrich.
De vuelta a casa, y a sólo seis días de que toda Álava vuelva a honrar a San Prudencio, Martín apeló a sus raíces y llamó a la fiesta durante un animado pregón que también contó con las actuaciones de la Amurrio Modern Band y del coro Hasperen. “Ésta es una experiencia interesante ya que, por lo general, la parte en la que estoy mirando al público no suele durar más de diez segundos, así que intentaré reprimir el impulso de girarme y poner a cantar a todos los que me acompañan en el escenario”, rompió el hielo, despertando una sonrisa entre los asistentes. El evento, presentado por Ane Pedruzo, estuvo estructurado a través de una curiosa escala musical. “DOarekin aurkezpenak datoz”, se arrancó la presentadora. El gran protagonista de la cita hizo acto de presencia con la nota Sol.
Martín, que sólo suma 36 años, realizó frente al público asistente un repaso a su intensa y prometedora trayectoria musical, iniciada en la escuela de música de Amurrio y continuada en el conservatorio Jesús Guridi de Vitoria. El joven obtuvo después la titulación superior de director de orquesta en Cataluña y desde allí se trasladó a Alemania, para especializarse en Dirección de Ópera en Weimar y Dresde.
“Os estaréis preguntando qué tiene que ver todo esto con las fiestas de San Prudencio. Muy simple: que provengo de un pueblo de tan solo 10.000 habitantes que tuvo la valentía de construir un Conservatorio con profesores de mucho talento de la tierra; que Vitoria, una ciudad de tan solo 240.000 habitantes posee un Conservatorio que me dio las herramientas para acceder al Superior de la Escuela de Barcelona con las mejores calificaciones. Que Álava es una provincia con tan solo 320.000 habitantes pero que tenemos un enorme talento en muchísimas actividades. Sigamos teniendo el valor para ofrecer las herramientas que nuestros hijos necesitan para descubrir su camino y la energía para celebrar nuestros logros cada año en las fiestas de San Prudencio (sic)”, animó el músico.
Antes de pronunciar estas emotivas palabras, el diputado general de Álava, Javier de Andrés, entregó a Martín la insignia de recuerdo al pregonero. No faltaron tampoco los sones de los trompeteros y los atabaleros de la Diputación ni de la banda de txistularis, así como los pasos de los miñones, vestidos de gala como en las mejores ocasiones. Todo listo, por tanto, para celebrar un año más esta festividad tan arraigada entre los alaveses, que ya cuenta también con su tradicional tarta. De hecho, el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, recibió a primera hora de la tarde a los participantes de la Semana de la Pastelería alavesa durante un acto en el que la Asociación de Pasteleros y Confiteros Artesanos entregó a la Corporación municipal el dulce típico de San Prudencio.