gasteiz - Ayer la nueva estación de la plaza de Euskaltzaindia abrió sus puertas a quienes la han construido, a quienes la han pagado, y a los medios de comunicación. En el diáfano y amplio espacio que alberga las oficinas, el hall, las taquillas y el bar y restaurante de la estación, las máximas autoridades de Euskadi se reunieron en torno a un micrófono para abogar por el trabajo “entre diferentes”, como subrayó el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, que ha dado como resultado esta infraestructura.
Fue precisamente Maroto quien abrió la ronda de discursos, con un agradecimiento generalizado a los técnicos municipales, arquitectos, empresas adjudicatarias y compañeros de partido. Agradeció también el alcalde el apoyo de EH Bildu, que le respaldó en el traslado de la infraestructura del parque de Arriaga a Euskaltzaindia, pero sobre todo dedicó su intervención “al conjunto de los vitorianos, esta estación es de ellos y para ellos, y por ello la inauguración verdadera es la de mañana (por hoy, en que la estación celebrará una jornada de puertas abiertas), la de quienes tiene todo el derecho de sentirse propietarios de esta estación”.
Maroto tuvo además un recuerdo para Patxi López, el anterior lehendakari, que reservó la partida de 14 millones de euros que ha hecho posible construir la estación (ha costado un total de 18,5), y también para el actual, Iñigo Urkullu, por mantener las partidas de un proyecto “que se desarrolló en la anterior legislatura”, insistió.
El alcalde destacó que “por fin hay una estación definitiva y de calidad en la capital de Euskadi”, y celebró el hecho de que la colaboración interinstitucional lo haya hecho posible. “Es un ejemplo de cómo hacer las cosas entre distintos”, afirmó el regidor gasteiztarra, para quien “construir entre diferentes no es una opción, es una obligación”.
El diputado general, Javier de Andrés, tras bromear sobre el tamaño del cartel de Vitoria colocado en la estación, “para que nadie se crea que es Bilbao”, señaló cómo la Diputación mueve cada año más de un millón de pasajeros de autobús, la mayor parte de los cuales pasarán por la nueva infraestructura de Vitoria, “el nexo de unión del territorio, el foco de atracción de miles de viajeros”, señaló el mandatario foral.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, fue el último en intervenir en el acto, y con la misma intencionalidad con la que Maroto subrayó el protagonismo de Patxi López en la construcción de la infraestructura recordó que el Gobierno Vasco no sólo ha pagado la estación, sino que también ha sufragado la reforma del Palacio Europa o los centros de salud de Salburua y Zabalgana. En todo caso, la protagonista ayer era una estación “de calidad, cómoda y moderna”, una inversión que “materializa nuestro compromiso con las personas”.
amplia representación Al margen de los más altos representantes institucionales, hubo ayer multitud de autoridades, desde representantes de la Cámara de Comercio o de SEA Empresarios Alaveses, a consejeros del Gobierno Vasco como Ana Oregi (Medio Ambiente y Política Territorial), Jon Darpón (Sanidad) o Josu Erkoreka (Administración Pública y Justicia y portavoz del Ejecutivo). Estuvo el portavoz del PNV; Gorka Urtaran, y el de EH Bildu, Kike Fernández de Pinedo, pero no el del PSE, Patxi Lazcoz, muy crítico con la infraestructura, que se va a construir sobre la parcela donde él quiso levantar el BAI Center. Sí compareció el candidato a alcalde por los socialistas, Peio López de Munain. Estuvo además Iñaki Díez Unzueta, responsable de Ensanche 21, la sociedad municipal que se ha encargado de los trabajos, y Javier Latorre, gerente de la estación vitoriana.
Antes de los discursos inaugurales, el alcalde y el diputado general recibieron al lehendakari, acompañados por el presidente de las Juntas Generales alavesa, Juan Antonio Zárate. Luego llegó el aurresku de rigor, las palabras de los representantes públicos, y una visita guiada por toda la infraestructura. Los expertos que han levantado el edificio e instalado los diversos sistemas de comunicaciones y electrónica fueron explicando a los representantes políticos los entresijos del edificio.
La inauguración de ayer pone el colofón a unas obras que comenzaron en noviembre de 2012 y que corrieron a cargo de la UTE formada por Vías y Construcciones y las vitorianas Opacua y Balgorza. La primera fase de los trabajos concluyó en septiembre de 2013 con el cierre del parking subterráneo y la segunda fase finalizó a mediados de enero de 2014 con el remate al completo de la estructura metálica de la cubierta.
En la primavera de 2014 finalizó el acristalamiento y posteriormente se terminó de colocar la lámina verde que cubre el edificio. Los trabajos concluyeron en septiembre de 2014 y desde entonces se ha trabajado en la puesta a punto de la nueva terminal de autobuses para su apertura el 16 de marzo de 2015.
La infraestructura se ha levantado gracias a una inversión pública de 15,3 millones de euros, 18,5 si se suma el IVA. El 90% del dinero, 14 millones, los ha puesto el Gobierno Vasco, mientras que la Diputación alavesa ha colaborado con otros 2,5 millones, y el Ayuntamiento, impulsor de la infraestructura, ha gastado 2 millones en la obra.
adecuación del tráfico Además, el Consistorio ha gastado casi un millón de euros en la adecuación del entorno de la estación para readaptar el tráfico a las nuevas circunstancias, con un tráfico de decenas de autobuses diarios. Así, el Consistorio ha disminuido el tamaño de la rotonda del cruce de la calle Donostia con bulevar de Euskal Herria para que el tráfico sea más fluido, ha estrechado la mediana de esta última vía para conseguir que los carriles vayan alineados, y ha creado un nuevo carril exclusivo en la rotonda de América Latina para los autobuses que van desde Portal de Foronda hasta la entrada a la estación.