primero fue el Ayuntamiento vitoriano, luego las Juntas Generales alavesas y ayer el Parlamento Vasco. Son ya tres las instituciones que se han pronunciado a favor de la declaración de los Montes de Vitoria como Parque Natural, un proceso que durante la pasada legislatura siguió su curso hasta el punto de tener redactado un Plan de Ordenación de Recursos Naturales, que finalmente fue el que dinamitó la iniciativa.
El documento modelo atentaba contra los intereses agrícolas y urbanísticos de los concejos de Vitoria, que mostraron su oposición, y el Gobierno Vasco apeló a esta disconformidad para desechar la iniciativa y optar por proteger únicamente la zona más alta de la parte oriental de la cordillera, un total de 2.000 hectáreas frente a las 13.000 propuestas inicialmente, y que englobaban las áreas donde se prevé la instalación de pozos de fracking.
Las mociones que se han ido aprobando en las instituciones señalan, en ese sentido, la necesidad de redactar un Plan de Ordenación de Recursos Naturales que respete los usos agropecuarios y la expansión de los pueblos de las faldas de los montes, pero el Gobierno Vasco mantiene su apuesta por la Zona de Especial Conservación en detrimento del Parque Natural.
PP y EH Bildu presentaron sendas iniciativas de las que salió una enmienda transaccional a la que se sumaron también el PSE y UPyD. Las 13.633 hectáreas que conformarían el Parque Natural abarcan los municipios de Dulantzi, Maeztu, Bernedo, Elburgo, Iruña de Oca, Iruraiz-Gauna y Gasteiz. Según Koldo Ortiz de Guinea, de la plataforma Mendiak Aske, la aprobación de la moción de ayer supone “un apoyo incontestable, uno más, de las instituciones de todo el País Vasco a los Montes de Vitoria”. Ortiz de Guinea señaló además que varios de los municipios afectados han mostrado posición favorable a esta figura de protección, pese a que el Ejecutivo asegura que sólo Vitoria lo respalda.
Desde EH Bildu, informa Efe, Dani Maeztu denunció que con su actitud el PNV “le dice sí al fracking”, mientras que el parlamentario del PP y alcalde de Vitoria, Javier Maroto, criticó el “giro de 180 grados que ha dado el PNV”, y la socialista Natalia Rojo puso de manifiesto que el Gobierno Vasco “prima objetivos políticos y empresariales”. Por su parte, Norberto Aldaiturriaga (PNV) explicó que el Gobierno Vasco busca la figura “más apropiada” para proteger la zona.