vitoria - El director general de URA, la Agencia Vasca del Agua, recibió a este periódico en su despacho el pasado miércoles, mientras el embalse de Ullibarri desembalsaba a 25 metros cúbicos por segundo. Las previsiones para el fin de semana empezaban a anticipar el temporal que azota Álava desde el viernes.
Cuando se publique esta entrevista algunas zonas de Álava estarán sufriendo inundaciones.
-Hoy mismo (por el miércoles) estamos desembalsando para tener un resguardo importante para las lluvias que nos vienen este fin de semana, que se prevén muy intensas, así que ya estaremos seguramente padeciendo estas aguas. El embalse ahora está en un nivel normal, pero previniendo que lleguen esas lluvias intensas estamos desembalsando de una manera importante para tener un resguardo mayor el fin de semana.
¿No existe solución plausible contra los desbordamientos y las inundaciones que sufre Álava con temporales como éste?
-Una de las percepciones que existen es que con los desembalses generamos situaciones de mayor inundación, y es una creencia falsa porque es justo al revés. Los que gestionamos estas situaciones, y no me refiero sólo a URA o a Emergencias del Gobierno Vasco sino a todas las administraciones que tienen arte y parte en la gestión del Zadorra, sabemos que con una gestión adecuada de los embalses de Urrunaga y Ullibarri conseguimos aminorar las inundaciones en el Zadorra. De hecho gente mayor que se acuerda de cómo eran las inundaciones antes de los embalses reconoce que antaño había más inundaciones de las que hay actualmente.
¿Y los ríos?
-Cada vez que hay inundaciones se nos achaca que los cauces están sucios y que esas inundaciones se producen por la suciedad. Es verdad que podemos llegar a mejorar el servicio de mantenimiento en cuanto a limpieza de los cauces, y por eso estamos colaborando con los ayuntamientos y municipios a los que afectan las inundaciones. Se han firmado convenios para que no sólo URA ponga los recursos en mantenimiento y limpieza de cauces, sino que los agentes locales que están dispuestos a hacerlo lo hagan de la mano con URA.
¿Entonces limpiarlos no es la solución, o al menos no la única?
-En la limpieza y mantenimiento nosotros siempre decimos que el objetivo final es conseguir un estado ecológico óptimo de las masas de agua. Pero cuando estamos hablando de limpieza de los cauces no hablamos de hacer una matarrasa y de eliminar la vegetación, sino justo lo contrario. Hace falta tener vegetación. Los ríos son seres vivos y un órgano vital para eso es la propia vegetación en sus márgenes. Queremos mantener la vegetación limpia y quitar los obstáculos que se generan en los ojos de puentes o en zonas donde la sección hidráulica es pequeña por cúmulos de suciedad, pero manteniendo un buen estado ecológico de las riberas. Lo que hay que decir es que cuando llueve mucho, el agua hace lo que ha hecho siempre: reclamar su propiedad. Eso es así, ha sido así y será así, y no es debido a que exista suciedad en el río. Nosotros procuramos que se edifique lo menos posible donde no se debe, y por eso la labor preventiva de URA es uno de los pilares básicos, que no se construya más en zonas donde sabemos que el río va a reclamar su sitio.
¿Y los agricultores que sufren las inundaciones en sus cultivos que pueden hacer al respecto?
-Hay que decir claramente que el objetivo de URA no es que los cultivos dejen de ser inundables. El objetivo de URA, o uno de ellos, es prioritariamente que no se produzcan daños personales, y por otra parte, en un segundo escalón, que no haya daños materiales. Si una zona o un cultivo, por culpa de una suciedad, se inunda, hay que procurar que ese cauce esté limpio, evidentemente, pero siempre vamos a priorizar los dos primeros peldaños que he comentado. En el caso del Zadorra siempre gestionaremos los embalses para evitar que no se inunde ningún cultivo, hacemos todo lo posible, pero muchos cultivos seguirán inundándose. Es así de crudo, pero es así.
Decía un representante de los concejos que, si no pueden solucionar ese problema, se expropien las tierras a los agricultores y se les indemnice. ¿Eso es una solución?
-Bueno, ahí entraríamos en otro tipo de discusión. Creo que el agricultor que lleva muchos años cultivando y vive ahí conoce perfectamente cómo funcionan las riberas, por lo que asume que periódicamente va a sufrir esa inundación, e incluso sabe perfectamente dónde va a resultar afectado. No creo que la solución pase por hacer una expropiación. Nosotros no impedimos que se cultive en una zona inundada, ni mucho menos. También hay que decir que ese suelo que se inunda periódicamente es el más interesante para el agricultor, porque orgánicamente también es el más rico.
Usted se estrenó en el cargo hace ahora dos años con unas abundantes inundaciones en el Zadorra...
-Antes incluso, porque fui nombrado el 30 de enero de 2013 y el 19 de enero estábamos en la sede de la Ertzaintza en una mesa de crisis. Fue un inicio intenso, porque para mí la gestión de los embalses era por aquel entonces algo nuevo, aunque hoy en día ya sabemos cómo tenemos que funcionar con unos resultados buenísimos. Recibimos algunas críticas, pero por aquel entonces la gestión de los embalses de Ullibarri y Urrunaga ayudó a evitar unas inundaciones que podían haber sido muy importantes.
Acudió hace poco a una comisión del Ayuntamiento de Vitoria para hablar sobre la retirada de la prohibición de llevar a cabo actividades mineras en los humedales de Salburua. Les acusaron de dejar abierta la puerta al ‘fracking’ y decidieron volver a incluir dicha restricción. ¿A qué se debió el cambio?
-Fuimos a esa comisión en el Ayuntamiento de Gasteiz a hablar del perímetro de protección de Salburua por un informe que no tenía por qué haberlo trabajado URA, pero entendíamos que debíamos dar un paso para tomar decisiones sobre la protección a los humedales. En ese informe se hablaba de una figura, que nada tenía que ver con el fracking, como eran las explotaciones mineras, además no en el núcleo de Salburua sino en la periferia. En la comisión quisimos explicar en qué consistía el informe del perímetro de protección de los humedales, un documento que nos gustaría que fuera lo más consensuado posible pero que nosotros solamente proponemos. Es la Confederación Hidrográfica del Ebro la que tiene que aprobarlo y estimar si llevar a cabo la tramitación oportuna a no.
¿Por qué eliminaron primero la restricción para incluirla de nuevo?
-Se hablaba de unas posibles extracciones mineras y por razones completamente técnicas se entendió que no tenía mucho sentido que en el último documento del perímetro de protección se hiciera mención a esa extracción minera, y recalco lo de minera porque en ningún momento se ha llegado a hablar de fracking en esa zona. Sobre las acusaciones que nos hicieron, evidentemente por parte de esta dirección en ningún momento se ha recibido ninguna directriz ni ninguna orden de mencionar o no al fracking en ese documento, que viene de muy atrás. Se llevó a cabo esa interpretación por parte de algunos para ligar la extracción minera con el fracking, pero se mezclaron churras con merinas. Lo que dijimos es que si tanto molestaba que se hubiera excluido el tema de la restricción para la extracción minera no había ningún problema en incorporarlo de nuevo.
¿Hay riesgo de que los humedales de Salburua sean objeto en el futuro de algún tipo de extracción minera, ‘fracking’ o cualquier otra práctica que pueda suponer un riesgo medioambiental?
-No nos consta que haya ninguna intención de realizar ninguna explotación de ningún tipo. Por lo que a la Agencia Vasca del Agua respecta, desde luego si llegara a nuestras manos cualquier consulta sobre el fracking vamos a ser garantistas ambientalmente, como ya ha dicho la consejera en más de una ocasión, y en la parte del agua, que es la que nos compete, seremos por supuesto garantistas medioambientalmente, insisto, tanto en las aguas de superficie como en las subterráneas.
Siguiendo con Salburua, ustedes advirtieron recientemente en un informe del peligro de desecación de los humedales.
-Sobre eso también hablábamos en el documento sobre el perímetro de protección de Salburua. Es cierto que se está detectando una progresiva desecación o aminoración del nivel del agua de los acuíferos de Salburua. Una de las posibles soluciones que se planteaban era que toda aquella agua que apareciera en los garajes se volviera a desviar al acuífero en lugar de desviarla a aguas superficiales.
¿Consecuencia de haber construido donde no se debía en la zona de Salburua?
-Evidentemente en este caso claro que tiene que ver. Estamos viendo que hay filtraciones en garajes, por lo tanto por supuesto que está afectando al acuífero.
Van a empezar a trabajar en el puente de Abetxuko como parte de las medidas para reducir las inundaciones en la zona. ¿Se solucionarán así los problemas en Abetxuko?
-Nosotros, en la Agencia, siempre decimos que nunca se está fuera del riesgo de inundación, porque puede llover de forma ingente e inundarnos, pero desde luego aminoraremos mucho el riesgo de inundación, porque el punto de Abetxuko es uno de los importantes y conflictivos en Gasteiz. El año pasado ya actuamos con la pasarela de Abetxuko y ahora vamos a empezar con el puente, que es otro obstáculo importante en el Zadorra. Una actuación que por cierto no forma parte del acuerdo marco en Álava. Entendemos que con estas dos actuaciones en el barrio de Abetxuko va a bajar mucho en el futuro la lámina de agua.