Logroño/Vitoria. Según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, la detención de estas dos personas, que no tienen antecedentes y cuyas diligencias han sido remitidas al Juzgado de Guardia de Logroño, se produjo el pasado día 21, dentro de la Operación "Portus" contra la falsificación de recetas médicas en La Rioja y en Euskadi.

El fraude se realizaba presuntamente en una farmacia de La Rioja Alta, desde donde se cobraban dichas recetas falsificadas correspondientes al Sistema Riojano de Salud, al Sistema Vasco de Salud, a la mutua MUFACE y al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS).

Sólo el fraude detectado al Sistema Riojano de Salud en 2013 supera ampliamente los 25.000 euros, al haber cobrado 856 recetas oficiales falsificadas, aunque lo defraudado a las distintas arcas públicas ha podido alcanzar "importantes sumas de dinero", según la Policía.

En la farmacia inspeccionada se intervinieron 401 recetas oficiales en blanco, muchas de ellas ya selladas y firmadas, 336 copias de recetas manipuladas y unos 2.700 cupones correspondientes a medicamentos ya dispensados, entre otras pruebas.

La investigación se inició a finales de 2013, cuando los Servicios de Inspección de Farmacia del Gobierno riojano detectaron cómo la citada farmacia pasaba al cobro al Sistema Riojano de Salud un gran número de recetas oficiales de Osakidetza, en su mayoría, dirigidas a personas mayores internadas en una residencia de ancianos de una localidad de la Rioja alavesa.

La Policía sospechó que las recetas tramitadas podrían corresponder a una medicación excesiva, ya que el farmacéutico detenido era el responsable de suministrar medicamentos a los ancianos que residían en este centro.Posteriormente comprobó que los medicamentos prescritos a las personas de esa residencia alavesa no se correspondían con los que habían sido pautados por su médico, tal y como figuraba en sus historias clínicas.

Por ello, se inspeccionó la farmacia, momento en que se incautaron de las recetas en blanco y manipuladas y los agentes comprobaron que el farmacéutico y su auxiliar eran quienes las cumplimentaban y que no sólo prescribían los medicamentos que figuraban en los historiales clínicos de los pacientes, sino que prescribían otros que posteriormente redistribuían.

La Policía también averiguó cómo el mismo farmacéutico daba y cambiaba la medicación siempre buscando el provecho económico por parte de su farmacia.También constató que la citada farmacia repetía el mismo "modus operandi" con recetas oficiales del Sistema Riojano de Salud, que llevaban el sello y la firma de sus médicos, pero con el resto de los campos en blanco.

Mediante este sistema el farmacéutico conseguía el 100 % del valor de los medicamentos, parte de los cuales los entregaba a sus clientes de la mutua MUFACE y de ISFAS, a quienes cobraba el 30 % del precio, tal y como establecen estas mutualidades.

La Policía cree además que el farmacéutico detenido compró importantes cantidades de medicamentos a distintos laboratorios, de cuya venta posterior no se encontró ninguna documentación o registro en la farmacia.