Los Reyes Magos llegan esta noche cargados de regalos para los niños de Gasteiz. Sus majestades disponen ya de todas las cartas con los deseos para el nuevo año, deseos que no sólo los más pequeños han hecho llegar a los monarcas de Oriente. DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA ha sondeado a varios representantes vecinales de la ciudad para conocer qué regalos quieren para el nuevo año.

La lista de Aranbizkarra, por ejemplo, es extensa. Guillermo Perea, presidente de la asociación de vecinos Zazpigarren Alaba, explica que se la han remitido al Ayuntamiento para debatirla en el próximo consejo territorial de Iparralde. La asociación cuenta con un detallado listado de necesidades básicas de mantenimiento del barrio, portal por portal. “Les hicimos ese favor, porque es una labor de inspección que no tenemos que hacer nosotros, y ahora a principios del año que viene les mandaremos la relación de lo que han hecho y lo que no, con cosas nuevas que han surgido”, explica Perea.

Al margen de esas cuestiones, Zazpigarren Alaba plantea otros deseos que desearían ver cumplidos en 2015. Por ejemplo, que el Ayuntamiento consulte a los vecinos qué uso quieren dar a la estación de autobuses de Los Herrán, que está a punto de ceder el testigo a la nueva infraestructura de la plaza de Euskaltzaindia. “Nosotros como asociación tenemos algo que decir, pero queremos que se pregunte a la ciudadanía, en esa zona hace mucho tiempo pedimos locales”, señala el portavoz vecinal. Además, la zona deportiva cercana a la vieja estación carece de vestuarios y, en definitiva, hay muchos posibles usos al margen del parque infantil cubierto que planea instalar en el edificio el equipo de gobierno. “Habrá que ver entre todos qué necesidades hay”, señala Perea.

Por otro lado, el centro Amaia, sede de Zazpigarren Alaba, necesita una renovación. Perea señala que en la actualidad la vieja escuela se está pintando y se están reparando los suelos. “Después de treinta y tantos años se está haciendo algo, lo que nos parece importante”, pero los muebles que utiliza la asociación están obsoletos, y los baños no están adaptados para discapacitados. Además, “el porche es un meadero público, hemos pedido que se cubra y se use para proyectar cine, pero sigue igual”, lamenta el presidente de la asociación.

También toca mejorar “el alumbrado público y el tráfico. Hemos pedido semáforos en las calles Burgos, Valladolid y Obispo Ballester”, explica el portavoz vecinal, que además pide que de una vez por todas el Ayuntamiento asuma la iluminación, limpieza y reparación de los soportales que pueblan todo el barrio de Aranbizkarra, y que costean los vecinos.

Hay una petición más. “Queremos hacer las fiestas del barrio en la calle Valladolid, el Ayuntamiento nos quitó de ahí en esta legislatura. Es un espacio muy abierto y se molesta menos a los vecinos que en Obispo Ballester”, señala Perea. El portavoz vecinal recuerda a que a los vecinos de Arana se les deja cortar el tráfico, y argumenta que “como mucho son tres días al año y el tráfico puede ir por la calles Andalucía y Burgos sin ningún problema”. Una última petición en la carta de Zazpigarren Alaba: “Que amplíen la miseria de dinero que nos dan”.

En la lista de deseos navideños de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Álava, FAVA, también figura una mayor asignación a los colectivos vecinales, un regalo que las asociaciones creen que ya toca recibir. “Que no se nos recorten las subvenciones, y si es posible que se nos dé un poquito más porque no llegamos”. Así lo explica su presidente, Ángel Lamelas, que también lo es de Ipar-Arriaga, un barrio en el que los Reyes Magos se han portado en 2014, pero en el que quedan cosas por hacer. “Llevamos peleando por muchas de las cosas que se están haciendo, por la reforma integral de Voluntaria Entrega, por el centro sociocultural de mayores, no nos podemos quejar en ese sentido, es un millón de euros”, señala Lamelas. Sin embargo, queda pendiente “que comience por fin a hacerse el nuevo vestuario del campo de fútbol del barrio” y, sobre todo, que mejore la limpieza en el barrio, una queja que Lamelas extiende a todos los barrios representados en FAVA. “El mayor problema, el que es común a todos, es la limpieza, que es desastrosa y lamentable, y también que el Consistorio se dedique a hacer esas pequeñas cosas que no hace falta que demandemos los vecinos, como la reforma continua de las baldosas rotas”, explica el portavoz vecinal.

Hay otro deseo más que en FAVA quieren hacer realidad en 2015, que acaben los apagones. “El alumbrado de la ciudad está sufriendo problemas, con la humedad, cuando llueve, saltan los diferenciales y ciertos barrios nos quedamos sin luz, sobre todo en la zona de Santa Lucía y Lakua-Arriaga”, explica.

Ana Osaba, presidenta de la asociación de vecinos de Ariznabarra-Prado, tiene un amplio listado de deseos en su carta a los Reyes Magos. “Lo que tenemos pendiente o nos gustaría es el arreglo de Portal de Castilla, desde la zona de la Cruz Roja hasta la rotonda de la Antonia, que están las aceras sin arreglar. Aunque habría que hacer un arreglo integral, sabemos que es una zona complicada porque habría que desviar el tráfico y todo eso, pero lo menos que se adecentaran las aceras”, reclama. “Otra calle pendiente es Castillo de Fontecha, toda entera, se parcheó el año pasado pero no es suficiente. Hacen falta aparcamientos, porque al hacer el carril bici se redujo mucho en la zona, y no hay garajes interiores”, añade Osaba. La portavoz vecinal explica que desde Ariznabarra propusieron emplear para ello una zona de hierba sin ningún uso ubicada junto al centro sociocultural de mayores. Por otro lado, “Castillo de Guevara se nos ha quedado mal, porque se quitó el cableado y se arregló la plazoleta, pero no había presupuesto para reformar toda la calle entera”, y además, a los vecinos de Ariznabarra les gustaría que los Reyes les trajeran de nuevo al barrio los servicios sociales, ahora trasladados a Pablo Neruda. A los residentes les han dicho que cuando se haga el centro cívico de Zabalgana y pasen allí los asistentes sociales para este barrio, Ariznabarra volverá a contar con sus propios recursos, pero “no nos lo terminamos de creer”. La asociación plantea que se reubiquen en el centro cívico, donde había problemas de espacio, y que se instalen otros servicios de este saturado espacio, por ejemplo, “en la Casa de Napoleón”, ahora sin uso.