cuando se haga mayor, Greta Pineda Sáez de Jáuregui tendrá una curiosa historia que contar a sus allegados. No en vano, tardó casi un día entero en llegar al mundo en Txagorritxu, tuvo en vilo a todos los periodistas, fotógrafos y cámaras que el día de Año Nuevo se encontraban de guardia en Gasteiz y, pese a hacerse tanto de rogar, nació con un pan debajo del brazo en el sentido más literal de la expresión. Con sus 3,3 kilos de peso y en un perfecto estado de salud, esta preciosa niña se convirtió anteayer en el primer bebé nacido en Álava en 2015, aunque tanto tardó que a punto estuvo de retrasar su alumbramiento hasta el segundo día del nuevo año. Una circunstancia totalmente inusual, habida cuenta de que en el hospital vitoriano nacen de media cerca de diez niños al día.
Estíbaliz, la feliz madre primeriza de Greta, camarera de 40 años de edad, dio a luz a las 23.45 horas del jueves tras un parto maratoniano de 19, aunque sin complicaciones. “Ha sido un poquito largo, pero te la ponen encima y se olvida todo”, celebraba ayer con su criatura en brazos y evidentes síntomas de cansancio tras pasar su segunda noche consecutiva en vela: “Es indescriptible, me he pasado toda la noche mirándola”, reconocía desde su cama de la primera planta del centro sanitario. Tras cenar con su hermana y comer las uvas, Estíbaliz volvió a casa con su pareja Iván, comercial de 37 años, y no pasó mucho rato hasta que ambos pusieron rumbo a Txagorritxu, tras notar ésta los primeros síntomas que anunciaban la llegada de Greta. Prácticamente en el día “clavado”, ya que estaba previsto que saliera de cuentas el 31 de diciembre. Eligieron este nombre “bonito y con personalidad” tras barajar “tres o cuatro” opciones más.
El padre, también “contentísimo” y con una sonrisa permanente en el rostro, felicitó a Estíbaliz por la “fuerza” demostrada en el paritorio de Txagorritxu y no escondió su alegría por el regalo que un año más la Asociación de Panaderías de Álava ofreció a la familia del primer bebé del año nacido en el territorio, como reconocido “panarras”: ayer, para empezar, la primera barra de pan de las 365 que recibirán gratuitamente durante todo el año 2015 en su panadería más cercana.
Oskar Garro, presidente del colectivo de panaderos, reconoció antes de entregar este regalo tan especial a la familia de Greta que, debido a lo excepcional de su nacimiento, el sector casi ha hecho suya a la pequeña. Garro confió también en que durante este año que acaba de arrancar el consumo de pan siga creciendo en el territorio “para recuperar los datos que recomienda la OMS”, 200 gramos por persona y día. En la actualidad, la cifra supera por poco los 100, aunque en el último año el consumo ha crecido un 17%.
los primeros niños Unas cuantas horas después del nacimiento de Greta, como si en este inicio de año todos los alumbramientos se resistiesen a llegar, vino al mundo el primer niño gasteiztarra de 2015. El pequeño se llama Egoitz Hervías, nació también en Txagorritxu ayer a las 11.50 horas, pesó 3,78 kilos y sus padres, al igual que los de Greta, fueron obsequiados por el gremio de panaderos con una barra de pan los próximos 365 días.
Al margen de estos dos gasteiztarras tan pacientes, al menos a la hora de nacer, el primer alavés del nuevo año vino al mundo bastantes horas antes, aunque lo hizo en territorio vizcaíno. Concretamente en el hospital de Cruces, donde Santiago y Janire, vecinos de Laudio, dieron a luz al pequeño Santi a las 1.35 horas del día de Año Nuevo, poco después de las campanadas. El niño pesó 3,1 kilos al nacer, también sin complicaciones, y se convirtió en el tercer bebé más madrugador de Euskadi, tras los dos primeros pequeños -niña y niño- nacidos en los hospitales guipuzcoanos de Mendaro y Donostia en los primeros minutos de 2015.