los tiempos han cambiado y mucho. Hace tan sólo una década, el modelo de hogar medio alavés era el de una familia con ganas y posibilidades de prosperar, gente que se miraba en el espejo de la sociedad norteamericana y que, al volante de su monovolumen, iba a pasar el sábado en los deslumbrantes centros comerciales que surgieron en el territorio. Y allí, después de la visita al Burguer y antes de entrar al cine, hacían la compra del mes, aguantando estoicamente las colas que partían de cada una de las cajas, y cerrando la visita con un rotundo tarjetazo al datáfono.
Diez años después, nadie construye grandes centros comerciales, y las cadenas de supermercados han decidido que es más fácil acercar a Mahoma a la montaña que buscar lo contrario. Ahora las compras mensuales de más de 200 euros no son ya tan frecuentes y el coche se usa lo justo y necesario, y por ello las empresas del sector han decidido llenar Vitoria, y en especial los nuevos barrios, de tiendas más pequeñas y funcionales, a medio camino entre el pequeño comercio y el supermercado, lugares a los que se puede ir caminando a por las dos bolsas de compra con las que hoy día mucha gente va tirando de semana en semana.
Ahora la apuesta es la cercanía en todos los sentidos, que el supermercado esté cerca de las casas, y que el producto no venga de muy lejos, una política que mejora la imagen de empresas a las que siempre se ha visto como enemigas del productor local. Por otro lado, el alimento de aquí, de temporada, además de ser más ecológico, y últimamente incluso cool, es mucho más barato de traer al supermercado que un contenedor de tomates de Chile.
En Álava hay, además, otra circunstancia que explica el boom de los supermercados. Mercadona ha decidido, en una especie de guerra relámpago, desembarcar en el territorio con todas las consecuencias. Después de lustros en los que Euskadi era tierra prohibida para Mercadona, en apenas un año la cadena castellonense ha abierto tres establecimientos en Vitoria, y prepara su cuartel general de distribución en el polígono de Jundiz, lo que ha provocado movimientos de calado en el sector.
La plataforma logística del polígono industrial vitoriano se mueve en grandes cifras. Hace escasos días el Pleno del Ayuntamiento certificó la modificación del Plan General necesaria para poder ubicar en Gasteiz este mastodonte de 150.000 metros cuadrados en el que Mercadona va a invertir diez millones de euros. Será el centro de operaciones para toda la zona norte, donde la distribuidora castellonense gastará 50 millones de euros en la apertura de sus nuevos supermercados.
el sector se mueve La llegada de la firma levantina ha llevado a todo el mundo a ponerse las pilas. Carrefour ha reorganizado los sistemas de espera de los clientes en las cajas, y ha reordenado sus superficies, tanto en los supermercados como en el híper del centro comercial Gorbeia, mientras va abriendo nuevos Carrefour Express, el modelo más cercano a la tienda de toda la vida, pequeño y cercano, pero suficiente para atender las necesidades del consumidor, y que se rige bajo el modelo de franquicia. Además, nuevas promociones invitan al cliente a establecer una relación de fidelidad con la empresa francesa, que también ha abierto el nuevo supermercado de Aretxabaleta.
Mientras, Eroski, dueño del mercado vasco hasta hace escasas fechas, promociona el producto fresco, saca sus propias tarjetas de descuento para fidelizar a los clientes y ofrece regalos intercambiables por puntos. La firma de Elorrio ha pasado de una política de despliegue por toda la Península a tratar de defender con uñas y dientes el que ha sido su territorio natural ante la llegada de Mercadona y el estancamiento de la economía en España, y en ese sentido cuenta con la ventaja de que ya estaba desde siempre en todos los barrios de la ciudad.
La distribuidora vasca tiene en la nueva tarjeta Eroski y su Club de Socios el cimiento de su estrategia actual. Los socios de Eroski disfrutan de precios más baratos en una gama de al menos 1.500 productos. Las galletas, la carne, el queso o el vino vienen etiquetados con su precio normal y el de los socios, en un giro que más allá de los descuentos puntuales e invita al cliente a convertirse en un habitual de los supermercados Eroski.
La tarjeta Eroski Club ofrece descuentos inmediatos de entre el 5% y el 15%, y cuenta con un monedero en el que se pueden acumular esos descuentos de los socios para gastar el dinero extra en el momento que quieran y en el establecimiento Eroski que deseen. Medio millón de vascos guardan esta tarjeta en su cartera.
Como se ve, las diferentes empresas del sector toman medidas visto que Mercadona ha venido a Euskadi con la intención de quedarse. Este año ha abierto supermercados en el Alto de Armentia, en Ali Gobeo y en la Avenida de Olarizu. El primero de estos locales está en la salida de sur de Vitoria, bien comunicado para llenar el coche de comida tanto si se viene de Gasteiz como si se reside en Nanclares o los pueblos de la zona oeste del municipio de Gasteiz.
Los otros dos supermercados se han implantado en zonas aún por consolidar de la capital alavesa, seguramente en la idea de que quien golpea primero lo hace dos veces. El próximo Mercadona abrirá sus puertas el año que viene o en 2016 en Salburua, cerca del BAKH, la ciudad deportiva del Baskonia.
en las afueras y en el centro Mientras todas estas firmas se expanden por los barrios de la ciudad, BM parece haber optado por la estrategia inversa y aunque se va a establecer en Lakua (como también hará Mercadona), su apuesta es el centro. A la ampliación de sus instalaciones en la remodelada Plaza de Abastos se suma la apuesta por los antiguos cines Guridi, recalificados por el Ayuntamiento para albergar un supermercado, mientras Mercadona negocia abrir un establecimiento en Dendaraba.
Además, otras firmas de distribución como E.Leclerc, Aldi o Lidl se van renovando. Ésta última firma ha estrenado nuevo emplazamiento en el Alto de Armentia, justo coincidiendo con la apertura del supermercado de Mercadona, ambos orientados a quienes aún usan el coche para hacer la compra .
El consumo. El gasto en consumo final de los hogares de la Comunidad Autónoma Vasca creció un 0,2% y un 1,4%, en el primer y en el segundo trimestre de 2014, respectivamente.
La previsión. Las estimaciones para la economía vasca en el segundo semestre del año que está a punto de finalizar contemplan que el gasto en consumo de los hogares crezca un 0,8%, y que la evolución para el próximo año 2015 sea también de tendencia creciente, aunque moderada, con una subida en torno al 1,6%.