Vitoria - El diputado general, Javier de Andrés, presentó ayer su proyecto de presupuestos para Álava en 2015. Los números son suyos y de nadie más, al menos por ahora, pues finalizado el primer plazo de la negociación presupuestaria PP y PNV no han alcanzado ningún acuerdo. Los jeltzales no apoyan las Cuentas populares porque “no son las que Álava necesita”, según apuntó su portavoz juntero, Ramiro González, aunque ni un partido ni otro cierra la puerta con llave y pestillo a un posible apretón de manos.
Aunque ayer sonó la campana del primer round, el segundo asalto de las conversaciones presupuestarias arrancará la próxima semana, con el 8 de diciembre como punto final. El 20 de diciembre se someterá a votación. De no culminar con un acuerdo, habrá prórroga presupuestaria. Mientras tanto, el diputado general y el diputado de Hacienda, Aitor Uribesalgo, pusieron ayer sobre la mesa el USB -lejos quedan ya los tiempos de los tomos con cientos de páginas- de su proyecto de presupuestos para Álava, por un total de 425 millones de euros -13,4 millones más que el pasado año- a repartir cómo el PP ha considerado oportuno. A falta de desgranar las partidas concretas y conocer dónde ha puesto y quitado dinero el Gobierno foral, lo que el diputado general anunció como grandes novedades son, básicamente, las mismas que el año pasado. El denominado “plan de creación de empleo” para 2015 es un buen ejemplo.
Javier de Andrés anunciaba que se van a destinar “más de seis millones de euros a la creación directa de empleo, un 12,5% más que este ejercicio”. Sin embargo, cuestionado por el desglose de las partidas nuevas incluidas para la lucha contra el desempleo en 2015, el diputado general admitía que las partidas nuevas son únicamente dos: una de 95.000 euros para “empleo agroalimentario” y una segunda de 560.000 euros para “conservación y restauración del patrimonio construido”.
El resto de partidas hasta completar esos 6,2 millones de euros para intentar acabar con la lacra del paro en el territorio son las mismas que el año pasado, como la destinada a “innovación y mejora de la competitividad” (3,9 millones). Una partida que, por cierto, el portavoz del PNV denunciaba hace dos semanas que este año apenas se había ejecutado un 2,43% de lo presupuestado.
Ramiro González compareció de nuevo ante los medios ayer una hora antes que el diputado general para dejar claro su rechazo a este proyecto presupuestario y explicar que “después de dos semanas de contactos no ha habido ningún avance significativo” en las negociaciones. Los jeltzales establecieron desde el principio dos prioridades básicas que el Gobierno foral no apoya. La primera, la puesta en marcha de un plan de empleo nuevo y específico. “Lo que De Andrés va a hacer es coger las mismas partidas del año pasado y denominarlas plan de empleo”, aseveró Ramiro González. El segundo punto que el PNV ha establecido como indispensable y sobre el que tampoco ha habido consenso hasta ahora tiene que ver con el aeropuerto de Foronda.
“Les hemos pedido trabajar en la construcción de un enlace entre Foronda y Jundiz para potenciar este eje logístico, además de la recuperación del H24, pero en esto tampoco ha sido posible avanzar”, valoró el candidato jeltzale a diputado general, que recordó la inversión que el PP va a acometer en el aeropuerto de Zaragoza para potenciar su carga, anunciada esta misma semana por la ministra de Fomento, Ana Pastor: “Sólo pido para Foronda el mismo trato que a Zaragoza”. Con todo, Ramiro González aclaró que “todavía hay margen y tiempo para seguir negociando, y estamos abiertos a un acuerdo”.
Prórroga presupuestaria Una hora después, Javier de Andrés aseguraba directamente que en su proyecto presupuestario “hay guiños al PNV y a sus peticiones” y que presenta las Cuentas “con voluntad de consenso”, si bien el pasado martes dejaba claro en rueda de prensa que las cuestiones relacionadas con el aeropuerto de Foronda -una de las bases del PNV para optar al acuerdo- no entran en sus competencias, por lo que no veía margen de maniobra en este sentido.
De Andrés asegura que ni se ha planteado “qué efectos tendría una prórroga presupuestaria” en caso de que finalmente no haya fumata blanca entre PP y PNV. “Supondría un pobre aprovechamiento de los recursos disponibles”, auguró Aitor Uribesalgo. El diputado general tampoco quiso acotar qué cantidades está dispuesto a negociar con su interlocutor: “Hay partidas comprometidas y otras que se pueden quitar de un lado para poner en otro, como las inversiones”, en referencia a una partida de 50 millones de euros para inversiones en el territorio. El proyecto presupuestario de la Diputación para 2015 asciende en total a 425.794.000 euros, un 3,24% más que el pasado año. Los departamentos que ganan inversión son los del diputado general -un 13,70% “por la partida para las próximas elecciones forales”, subrayó Uribesalgo-, Obras Públicas y Transportes, Promoción Económica y Medio Ambiente y Urbanismo. Bajan los departamentos de Juntas Generales, Administración Local y Hacienda. “Tenemos 425 millones y no nos vamos a poner a multiplicar los panes y los peces”, concluyó De Andrés.
Por el momento, el plazo para el acuerdo entre PP y PNV murió y resucitó ayer para dar entrada a un nuevo periodo hasta el 8 de diciembre. El resto de formaciones de las Juntas Generales ya dejaron claro desde el principio que no iban a sentarse con el PP para intentar encauzar un acuerdo. EH Bildu criticaba además esta semana que PP y PNV estén afrontando “una negociación presupuestaria sin luz ni taquígrafos”, y EB salía ayer al paso del improvisado plan de empleo de De Andrés para criticar que “se limite a mover partidas ya existentes para agruparlas bajo el título de un plan de empleo”.