gasteiz - Cada día que pasa, el Ayuntamiento de Vitoria se aproxima un poco más hacia la prórroga presupuestaria, un escenario desconocido en la ciudad desde el ejercicio 2012. El grupo municipal del PNV, socio presupuestario del gabinete de Javier Maroto durante los dos siguientes, anunció ayer que presentará una enmienda a la totalidad a las Cuentas planteadas para 2015 por el equipo de Gobierno.
Así lo anunció ayer el portavoz jeltzale Gorka Urtaran, que denunció la postura “anti pacto” del alcalde vitoriano, al que dio de plazo hasta el 2 de diciembre para “rectificar” y que demuestre “un cambio real de actitud”. Ése será el último día en que los grupos podrán presentar sus enmiendas al proyecto presupuestario. “Se siente muy cómodo en la prórroga”, aseveró Urtaran, una posibilidad que se refuerza por la proximidad de las elecciones municipales de mayo.
La distancia que separa a ambos grupos a día de hoy quedó patente sólo unos minutos después de este anuncio, cuando sin previo aviso tomó el testigo de Urtaran en la sala de prensa del Ayuntamiento Manu Uriarte, concejal municipal de Hacienda, acusando al portavoz jeltzale de no presentar una alternativa “realista”. “Es un ejemplo de cómo se puede salir corriendo ante un problema”, advirtió Uriarte, antes de acusar al PNV de “marear la perdiz”.
Urtaran justificó su decisión por las diferencias que ha encontrado entre la respuesta de Maroto a las cinco bases para el acuerdo presupuestario que le planteó hace dos semanas, llena de “buenas intenciones”, y las últimas actuaciones que el alcalde ha llevado a la práctica. “Dice una cosa y hace la contraria para que no haya un acuerdo”, censuró. Pese a que Maroto, en la contestación a las demandas jeltzales, dijo tener un “firme propósito” para cerrar “cuanto antes” un acuerdo para las Cuentas del año que viene, Urtaran repasó varios obstáculos “importantes” que hay en el escenario actual para acercar posturas.
El principal, “la gota que ha colmado el vaso” según denunció, ha sido su acuerdo con EH Bildu para incrementar en un 41% la recaudación del Impuesto de Actividades Económicas y “vengarse del tejido empresarial”. Una decisión, a juicio de Urtaran, “completamente contraproducente para la economía de Vitoria”.
Urtaran apuntó también como una dificultad clave para lograr este acuerdo cada vez más lejano la intención del alcalde de detraer diez millones de euros de los fondos de Amvisa. También, su idea de “reprogramar” la planificación de los proyectos para los nuevos barrios recogidos en el Plan de Equipamientos municipal, “lo que significa retrasarlos”.
El portavoz jeltzale también se refirió a una disolución de la sociedad Ensanche 21 que lleva “doce meses esperando” y cargó contra la “nula disposición” del alcalde a firmar un Pacto por la Cohesión Social y la Convivencia Pacífica que el PNV propuso hace unos días. Maroto, en concreto, respondió que un acuerdo de estas características es “absolutamente necesario”, para a renglón seguido poner por delante su propuesta para restringir el acceso a la RGI. “No puedo compartir el No y punto como respuesta. No se me puede exigir que renuncie a una convicción personal a cambio de un Presupuesto”, aseguró Maroto en su contestación al PNV.
“ninguneo y maltrato” El último punto que separa a jeltzales y populares es la falta de implicación del Gobierno central con una Gasteiz a la que, según Urtaran, “ningunea y maltrata” pese a ser del mismo color político que el primer edil vitoriano. El portavoz del PNV censuró que Madrid haya aplicado “el rodillo de la mayoría absoluta” y rechazado “todas y cada una de las enmiendas presentadas por el PNV” en el debate de los Presupuestos generales del Estado, algunas de las cuales recogían inversiones para la capital alavesa.
El escenario de la prórroga es todavía más real porque Urtaran también descarta cualquier tipo de presupuesto alternativo con el resto de grupos de la oposición, un escenario al que no dio “ninguna posibilidad” de que se produzca.
Pese a que Urtaran no dio por cerrada la puerta a la negociación y volvió a apelar al PP para que cambie sus “palabras huecas” y su “buena voluntad” por “hechos” que conduzcan al entendimiento, con ese horizonte del 2 de diciembre, volvió a insistir en la distancia existente a día de hoy. “La posición del alcalde es que no haya acuerdo para que no se vea la falacia de su Presupuesto”, zanjó Urtaran, quien cree que con su propuesta actual el alcalde tendría que hacer recortes en un futuro.
Una realidad muy distinta a la que después dibujó Manu Uriarte, que aseguró que “ahora mismo sólo hay un proyecto encima de la mesa”, el del Gobierno, censurando la “absoluta falta de alternativa” de los jeltzales, a quienes devolvió la pelota.
“Hasta el 2 de diciembre tienen de plazo para decir si disponen de un proyecto alternativo o no”, insistió Uriarte, quien defendió un proyecto que a su juicio “demuestra que en el Ayuntamiento hay recursos suficientes como para no tener que hacer recortes y hacer frente a los compromisos”. Un Presupuesto “cerrado” para el que pidió alternativas “concretas” y no “generalidades”.