gasteiz - Apenas un puñado de votos decidirá el resultado de las próximas elecciones municipales y forales, en las que PNV, EH Bildu y PP pugnan por resolver una ecuación en la que rozarían el empate técnico. Pese a ello, las últimas previsiones sitúan al PNV como la fuerza política más votada en el sprint final por hacerse con los gobiernos de la Diputación y del Ayuntamiento de Vitoria, en el que el actual alcalde, el popular Javier Maroto, perdería la Alcaldía al rebajar drásticamente su apoyo en las urnas, aunque los conservadores aguantarían como segunda opción más votada. Aparte, la coalición soberanista escalaría un puesto hasta colocarse como segunda fuerza trás los jeltzales y por delante de los conservadores en la lucha por hacerse con el mayor número de escaños en las Juntas de Álava, institución en la que el peso de los votos obtenidos y el juego de alianzas abrirá las puertas al bastón de mando del diputado general.
Detrás de las siglas preponderantes, el PSE-EE obtendría unos resultados en los rebajaría su fuerza electoral, pero no de forma dramática. Podemos, por su parte, aparecería en el panorama político alavés como quinta fuerza, rozando el 10% de los sufragios en ambas instituciones.
Estos son los trazos gruesos que derivan de la investigación realizada por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco entre los días 6 y 13 del pasado mes de octubre. La intención del trabajo, que pasa por conocer la previsión de voto en las tres capitales vascas y en las cámaras forales de los tres territorios históricos, sin embargo, se toparía con distintos factores que podrían modular los resultados. Entre ellos, la resolución final de la incógnita de Podemos, formación que aún no ha decidido de manera tajante su participación en los comicios de mayo. Pese a ello, el trabajo les da un importante resultado. Hasta la fecha, su inclusión en la cita electoral se reduce a intenciones metodológicas en clave interna y a la rumorología sobre la querencia de distintas plataformas -al menos, la marca Ikune ya ha anunciado que sí estará en los comicios a las Juntas Generales- de ocupar el espacio de la formación de Pablo Iglesias si ésta decide reservar su estreno en las elecciones generales. Aparte, la prospección aún no ha recogido el posible tirón (al menos, en su estadio inicial) de los candidatos socialistas al Ayuntamiento y a la Diputación -probablemente, Maite Berrocal y Cristina González, respectivamente-, nombres que la formación está en proceso de aprobar. Tampoco aparecerían reflejadas en los resultados circunstancias como las acaecidas la pasada semana, con distintos escándalos de corrupción que afectan, especialmente, al PP a nivel estatal. Papel igualmente importante juega en este sentido el amplio abanico de indecisos que refleja la encuesta, con un 22,2% y un 14,9% de los encuestados en Vitoria y Álava, respectivamente.
En cualquier caso, y dadas las circunstancias, la prospección elaborada por los servicios técnicos del Ejecutivo autonómico plantean un escenario similar al adelantado por la encuesta de Gizaker para DIARIO de NOTICIAS DE ÁLAVA en septiembre. Es decir, el PNV recuperaría su papel principal en una escena alavesa en la que la abstención se rebajaría ligeramente hasta situarse en el 35% (36,37% en 2001). La previsión contempla que los jeltzales alcanzarían el 22,9% de los sufragios depositados en las urnas a las Juntas Generales. Recuperaría el primer puesto con una posición casi idéntica a la obtenida en 2011 (23,721%), cuando perdió la Diputación que había gobernado hasta esa fecha con Xabier Agirre al mando.
Por su parte, EH Bildu -ya con estas siglas, ya que hace tres años y medio compareció como Bildu, por un lado, y como Aralar, por otro, antes de su convergencia- se auparía al segundo lugar en las Juntas Generales con unos resultados del 21,9% de los sufragios. Curiosamente, la suma de Bildu y Aralar en 2011 se quedó en el 23,68%. Estos resultados se completan con los que obtendría el PP, cuyo líder, Javier de Andrés, es el actual diputado general. Los populares alcanzarían, según esta previsión, el 19,5% de los apoyos, muy lejos del 25,96% de 2011, aunque por encima de los resultados logrados en las últimas europeas, en las que se quedó en el 15,17%.
Por detrás de las tres fuerzas principales, el PSE-EE ocuparía la cuarta posición, con un 15,1% (16,31% en 2001) y Podemos, la quinta, con el 9,6% de los sufragios, penalizado, en comparación con sus resultados a la Alcaldía de Gasteiz por su escasa implantación en el resto del territorio histórico. Respecto al resto de formaciones, UPyD subiría en intención de voto hasta el 2,7% (1,8% en 2011). Equo alcanzaría el 2% e IU-Ezker Anitza, el 1,3%. Estas siglas no se presentaron a la anterior cita electoral foral.
Los resultados, en cualquier caso, contrastan con la intención directa de voto, es decir, la capacidad de los interrogados de dar una respuesta única al ser interrogados por su intención frente a las urnas. Bajo este prisma, los jeltzales volverían a destacar en cabeza (13,5%), por delante de EH Bildu (13,3%) y de Podemos (11,4%). Muy lejos, quedan el PSE-EE (5,1%), el PP (3,9%), lastrados ambos por el desgaste de su gestión pasada y presente, en asuntos como la crisis, la corrupción y los recortes sociales, además de por su papel -en el caso de los conservadores- en el ninguneo a Foronda, emblema de la alavesidad.
Cambio de papeles en Vitoria El panorama en la capital alavesa no variaría sustancialmente del planteado para las Juntas Generales de Álava. Es decir, el PNV sería la formación llamada a ocupar la Alcaldía con su candidato, Gorka Urtaran. La previsión otorga a los jeltzales un 20% de los sufragios, con un subida de décimas respecto a 2011 (19,11%). Tal circunstancia se traduciría en un botín de siete concejales, uno más que en la actualidad. Por su parte, el PP vería dilapidada gran parte de su panorama electoral al pasar del 29,19% que le dio la Alcaldía a Javier Maroto al 19,8%, con una merma de tres concejales que les dejaría con seis.
EH Bildu alcanzaría la tercera posición con un 19,7% de los votos y repetiría con seis ediles. Curiosamente, y al igual que ocurre con la previsión para Juntas Generales de Álava, la suma de los resultados de Bildu y de Aralar en 2011 da un porcentaje similar al que se les prevé en 2014 (20,10%).
El PSE-EE penalizaría con casi dos puntos su travesía por el desierto. Se quedaría en un 16,1% y cinco concejales frente al 18,73% y los seis concejales obtenidos en 2011. Podemos, por su parte, irrumpiría con el 11,4% de los sufragios, que le valdrían para conformar un grupo municipal con tres concejales. El resto de formaciones no lograría el apoyo suficiente para obtener representación.
En cualquier caso, estos resultados se matizarían desde la intención directa de voto. Esta encuesta refleja en ese sentido el liderazgo del PNV (11,3%), sólo por delante de Podemos (10,3%), formación que recogería, de esa manera, el amplio descontento existente en distintas capas de la sociedad por la situación que padece España, cansada de recortes y de escándalos de corrupción. EH Bildu lograría el 9,9%, el PP el 5,2% y el PSE-EE, el 4,7%.