lunes noche, una calle cualquiera del barrio de Zaramaga. Varios vecinos se percatan de la presencia de un hombre encaramado al balcón de una vivienda, a buen seguro sin sus mejores intenciones, mientras desde la calle un compinche realiza labores de vigilancia. Se trata de un primer piso muy bajo, al que puede accederse con facilidad, por lo que todo apunta a que pretenden cometer un robo. Uno de los viandantes avisa telefónicamente a la Policía Local de lo que está sucediendo y arranca una operación que se mueve entre lo cómico y lo surrealista. Sucedió anteayer.

La fechoría les costó a estos dos inexpertos cacos una detención que ha sido la comidilla del barrio durante las últimas horas y sendas imputaciones por un delito de robo con fuerza en una vivienda. “Lo que no pase aquí no pasa en ningún barrio, chavales”, comenta un vecino en uno de los vídeos que ayer circulaban por Internet con la extravagante detención, durante la que fue necesaria también la presencia de los Bomberos.

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 21.00 horas. Los dos varones posteriormente detenidos, de 40 años de edad, vieron en esa vivienda vacía un blanco perfecto para llevarse algo a los bolsillos e idearon el plan. Al parecer, uno de ellos escaló hasta la terraza a través de un canalón mientras el otro se quedaba en la calle atento a los posibles ojos indiscretos.

El plan salió rana, porque la Policía Local apenas tardó unos segundos en intervenir y pilló a ambos con las manos en la masa. El primero de los ladrones fue arrestado en plena calle mientras el otro, ya subido al balcón, se quedaba sin escapatoria posible. Pese a que los agentes, que llegaron en varias patrullas, intentaron convencerle de que bajara a la calle, éste hizo caso omiso y, tras intentar también acceder a la vivienda sin éxito, tuvieron que llamar a los Bomberos para lograr su objetivo.

Decenas de vecinos se agolparon en el lugar y, móviles en mano, procedieron a grabar la peculiar escena. “Es muy fuerte esto”, comenta una residente en el mismo vídeo. “¿Cómo han sabido que no está en casa?”, se pregunta otra.

con el camión-grúa Ante la imposibilidad de contactar con las personas residentes en la vivienda para entrar al piso por la puerta de entrada, y a la vista de que el segundo caco seguía haciéndose el loco, los agentes tuvieron que valerse finalmente de un camión-grúa del Servicio de Extinción de Incendios para acceder a la terraza. Los Bomberos desplazados al lugar tuvieron que dar un cursillo improvisado a cuatro de los agentes sobre la utilización de los sistemas retráctiles que les ayudarían a pasar de la cesta de la autoescala a la vivienda y les colocaron sendos arneses.

Finalmente, dos policías accedieron a la terraza procediendo a la detención del otro sospechoso sobre las 21.57 horas, según informó el Ayuntamiento. “¡Al suelo!”, le espetó uno de los agentes. El hombre, con las manos en alto, esperó a que uno de los agentes le diese alcance y finalmente se lanzó al suelo para ser capturado sin oponer más resistencia. Tanto él como su compañero pasaron ayer a disposición judicial. Fin de la película que comenzó como un intento de robo y acabó como este falso rescate.

Cacos inexpertos. El descaro con el que actuaron los dos presuntos ladrones no les ayudó a lograr su objetivo. Uno de ellos escaló hasta el primer piso de la vivienda por un canalón mientras el otro se quedaba en la calle realizando labores de vigilancia. Un testigo avisó a la Policía Local.

Operación de película. Ante la imposibilidad de llegar hasta el primero de ellos, ya atrincherado en la terraza, los agentes recurrieron a los Bomberos para detenerlo con una escala. Varios vecinos grabaron la escena con sus móviles.