Vitoria ? El alcalde cumplió ayer con el trámite de presentar su proyecto de presupuestos para el próximo año. Un borrador que todo indica tendrá corta vida. El debate nace condicionado por la cercanía de las elecciones municipales de mayo de 2015 y por la cruzada emprendida por el PP para endurecer el acceso a las ayudas sociales y la anunciada recogida de firmas. Así las cosas, Javier Maroto despachó rápido su presentación ?fuera le esperaba el ministro de Interior para presentar el memorial de las víctimas del terrorismo?, y la oposición ya dejó claro que no comparte ni su filosofía ni su gestión al frente del Ayuntamiento.
A priori ni gobierno ni PNV, PSE y EH Bildu se creen que pueda haber acuerdo. Aun así, se cumplirá el calendario establecido y habrá debate, al menos en materia de recaudación, que es en definitiva la pata que afecta al bolsillo de las familias. La negociación parte con la propuesta del alcalde de congelar los cinco grandes impuestos y subir un 1% las tasas y servicios municipales. En cualquier caso, Maroto sólo invitó a la mesa negociadora al PNV, hasta ahora su socio presupuestario, consciente de los votos que le faltan para aprobar las cuentas, puesto que gobierna en minoría. Excluyó a socialistas y soberanistas. ¿Paripé? ¿Obligado trámite? De no recabar apoyos, el alcalde tendrá que prorrogar los presupuestos de 2014 en su último ejercicio de legislatura.
Maroto presentó un borrador presupuestario sabiendo que se tambalea de base y que tiene pocas posibilidades reales de ver la luz. En los 390 millones de euros, incluido el dinero destinado a las sociedades municipales, se contemplan recortes en materia social y pocas inversiones nuevas, salvo el inicio el próximo año de la construcción del centro cívico de Zabalgana, la reforma de los desperfectos del pabellón de Mendizorroza y el arreglo de la plaza Santa Bárbara, cuyo coste está aún sin cuantificar. El resto del dinero va para pagar las obras ya iniciadas.
Para el alcalde es, sin embargo, el presupuesto que pone fin a los recortes, gracias a la estabilidad económica de un Ayuntamiento “saneado”. Para el alcalde, es el presupuesto que garantiza a los vitorianos los servicios esenciales y apuesta por la creación de empleo y la promoción económica. Sobre el papel, el dinero reservado a este departamento aumenta un 80% e incluye seis millones para nuevos puestos de trabajo, como los 51 que se crearán cuando abran la nueva estación de autobuses de Lakua y el centro cívico de Salburua. Nada dice, en cambio, de los nichos de empleo en los polígonos de Betoño y Jundiz que el PP prometió en su programa electoral antes de llegar al gobierno y de los que nada se ha sabido en los tres años de legislatura.
Un incumplimiento que los socialistas echaron en cara al alcalde una y otra vez. “Es que no les va a decir nada a los vitorianos de los ocho mil puestos de trabajo que prometió? ¿Ya ha renunciado a ambos proyectos?”, preguntó Patxi Lazcoz. A diferencia del gobierno, los socialistas aseguran que no existe tal apuesta por el empleo y la promoción económica. Que Maroto “ha hecho trampas” al incluir en las cuentas de este departamento los ocho millones de las obras pendientes en el Casco Viejo que de forma obligatoria deben ejecutarse en 2015 para no perder las ayudas europeas del Plan Urban. Además, apunta Lazcoz que el dinero directo para empresas y emprendedores no sólo no sube sino que baja un 10,5%. Para compensar el incremento del área de Empleo, se han reducido, según explicó el alcalde, las partidas para Alcaldía (-24%) y Urbanismo (27%), además de desaparecer, por ejemplo, la de Cooperación al Desarrollo.
Cruzar la línea roja Y es precisamente en materia social donde subió el tono del debate. La tensión es palpable en el Ayuntamiento después de tres meses de campaña del alcalde en contra del actual sistema de ayudas sociales. Un escenario que impide a la oposición dar el sí a los presupuestos de Maroto. EH Bildu ya anunció ayer su claro rechazo por culpa de la grave fractura social que en su opinión ha abierto el alcalde. “Ha traspasado la línea roja”, censura Kike Fernández de Pinedo. “No entraremos en un debate viciado. Es muy grave lo que está haciendo, señor alcalde, y hora de poner freno a esa política”. El portavoz de la coalición abertzale recordó a Maroto que el Banco de Alimentos ya ha denunciado que 17.000 gasteiztarras tienen que ir a diario a por comida y que los míseros salarios de las familias van en aumento. “Y usted continúa con su cruzada racial y su discurso xenófobo; es muy curiosa su forma de entender la solidaridad”, insiste. También el PSE mostró su hartazgo por la campaña orquestada por el PP y pidió al alcalde que deje de “falsear” los datos: “En Vitoria, el pago medio de la RGI es de 488 euros y no de 800 como usted repite día sí y día también”, aclara Lazcoz.
Después llegó el turno de palabra del PNV, que tampoco recogió el guante negociador lanzado por Maroto, pese a ser su actual socio presupuestario. Los motivos los expuso el concejal Gorka Belandia de forma concisa:“No es cierta su intención de negociar, trae aquí el borrador presupuestario sólo por puro trámite, pero lo que le interesa es prorrogar las cuentas de este año”. Además de no confiar en las intenciones del alcalde, los nacionalistas ven imposible llegar a un pacto con un gobierno que elimina las ayudas a la cooperación al desarrollo y al programa Bizitza Berria de atención a las personas sin techo que lidera el exalcalde José Ángel Cuerda, además de sacar diez millones de Amvisa para la cuenta general del Consistorio. Una acción que se repite y que para el grupo jeltzale es un primer paso del PP para vender la sociedad municipal de aguas. Asimismo, lamentan los nacionalistas que este mismo partido, desde Madrid, castiga y margina a Álava en los próximos Presupuestos Generales del Estado sin dinero para inversiones, especialmente para Foronda y la Y ferroviaria vasca.
El alcalde, por su parte, insistió en que este proyecto presupuestario es factible. Y aunque es consciente de que se tambalea desde el principio, se compromete a llevarlo adelante porque la situación económica del Ayuntamiento lo permite:se ha pasado de un déficit de 47 millones de euros a una situación de equilibrio presupuestario y la deuda municipal se ha reducido esta legislatura en 40,4 millones de euros. A partir de hoy serán los concejales del gobierno quienes desgranen las partidas de los departamentos que cada uno de ellos gestiona. Hoy lo harán Alfredo Iturricha, al frente de Policía Local y Participación Ciudadana; Miguel Garnica, encargado de Empleo y Promoción Económica, además de Urbanismo, y Manu Uriarte, a la cabeza de Hacienda. l