gasteiz - Ayer, 30 de septiembre, acababa el plazo para terminar la obra de la estación de autobuses de Euskaltzaindia, un macroproyecto valorado en casi 20 millones de euros que acaba con la situación de eterna interinidad de la vieja infraestructura de Los Herrán. Doce horas antes de que acabara el plazo de entrega de la obra, decenas de operarios se afanaban por rematar todos los flecos pendientes.
Canalizaciones por el suelo, palés de baldosas y dos zanjas daban la bienvenida a los curiosos que, a cuentagotas, se acercaban ayer a ver el desarrollo de los trabajos. Los dumpers, las grúas, las excavadoras, las furgonetas de los gremios y las rotaflex ponían la banda sonora al trabajo contrarreloj de los operarios, que recolocaban baldosas mientras los técnicos de obra recorrían el perímetro de la estación de autobuses con sus carpetas.
El enorme edificio de techo color esmeralda estaba terminado. El parque infantil estaba instalado, el mobiliario urbano también, así como los aparcabicis. Dentro, cada andén contaba ya con su poste indicador y su planta para dar un toque green a la infraestructura, y las líneas blancas del suelo, recién pintadas, brillaban en contraste con el negro asfalto.
Por contra, la estación se seguía alimentando de fluido eléctrico mediante un cable que salía de una caseta de obra y se introducía por el techo de la pérgola de entrada, todavía vallada. ¿Se puede concluir a la vista de las fotografías de esta información que la obra ha terminado en plazo? Según el gerente el Ensanche 21, Iñaki Díez Unzueta, las zanjas de la entrada se encuentran en la zona del transformador de obra que en estos meses ha aportado el fluido eléctrico a los operarios, un transformador que ayer a la tarde se clausuró y que se va a demoler. “El lugar físico que ocupa hay que volver a urbanizarlo, y eso se hará esta semana”, señaló el técnico municipal.
“Operarios va a seguir habiendo allí durante bastante tiempo”, puntualizaba Díez Unzueta, quien señalaba que ahora toca realizar remates, revisiones e instalaciones del edificio para detectar averías o daños, y que sólo a partir de entonces el Ayuntamiento recibirá la obra. En los próximos días, por otro lado, se terminarán los trabajos de jardinería exterior, ajenos a la contrata.
El PP afirma que la obra ha concluido, pero el grupo municipal del PNV opina lo contrario, y advierte de que todo lo que haya que hacer a partir de hoy podría acabar corriendo por cuenta del Ayuntamiento de la capital alavesa, reeditando así lo que ocurrió con los viales de Sidenor durante el mandato de Alfonso Alonso, cuando las prisas inaugurales le obligaron al Consistorio a desembolsar una buena cantidad de euros.
Bulevar de Euskal Herria La controversia gira principalmente en torno a la urbanización del bulevar de Euskal Herria, que forma parte del contrato y, esa sí, no está terminada ni va a estarlo a medio plazo. El gobierno del PP afirma que Euskal Trenbide Sarea es la responsable, pues no envió el permiso para actuar sobre las vías del tranvía hasta hace escasas jornadas. Según el portavoz municipal del PNV, Gorka Urtaran, fue el gobierno municipal el que se demoró en la petición de ese permiso, que ETS tiene tres meses para tramitar y que ha concedido en apenas treinta días.
¿Acabada? El edificio y la urbanización exterior ya están preparados. Quedan los trabajos de adecuación del tráfico, incluidos en el contrato, y cuyo retraso el equipo de gobierno achaca a que Euskal Trenbide Sarea no le ha dado permiso para actuar sobre las vías del tranvía hasta hace unos pocos días. El PNV, por su parte, defiende que fue el Ayuntamiento el que se retrasó en la solicitud del permiso, que ETS ha tramitado con agilidad.
¿Para cuándo el traslado? Para fin de año. De momento, el Ayuntamiento de Gasteiz no se ha puesto en contacto con las empresas de autocares.