llodio - San Roke volvió a la carga ayer en Llodio, tras nueve días de descanso, con la celebración del Día de ajos. Una jornada curiosa donde las haya y cuyo significado se pierde en la memoria de los lugareños. De hecho, ni los propios organizadores del evento desde hace 17 años -la cuadrilla y grupo de danzas vascas Untzueta, que cumple 30 años- supieron dar razón del nombre, más allá de que “el barakatzegun es una jornada típica de fin de fiestas de muchos pueblos de nuestro entorno, como Arrankudiaga y Orozko. Hay muchas conjeturas al respecto, pero desconocemos el motivo”, apuntan. El que sí sabe algo de ello es Félix Mugurutza, experto en toponimia del Alto Nervión y amante de la historia y tradiciones del valle ayalés. “La palabra ajo implica limpieza del cuerpo, tras días de fiesta. Lo que no sé es por qué Llodio lo organiza hoy, ya que antaño era la última jornada festiva, siguiente al día de la Cofradía. El día de la recogida de la basura y la depuración, como bien recoge un artículo escrito por Untzueta Dantza Taldea en el número 14 de la revista cultural Bai, ya inexistente, de junio de 1996”, apunta. De hecho, los integrantes de Untzueta sí recuerdan que fue a raíz del citado reportaje de investigación cuando decidieron dar vida al Día de ajos, en las fiestas de 1997, pero tomando símbolos muy diversos que hacen un guiño a las fiestas de antaño. Así, el carro tirado por un burro que también ayer sacaron en el simpático pasacalles que recorrió el centro urbano, desde la residencia de ancianos hasta la Herriko Plaza, “es un recuerdo a Felipe Zaballa, que hasta los años 60 fue el basurero del municipio y, el último día de fiestas, iba recogiendo la basura de las calles, acompañado de juerguistas consumados. Lo único que nosotros no vamos recogiendo desperdicios, sino que llevamos pastas y garrafa que vamos repartiendo entre los vecinos”, explicaron.

Y es que el carro tirado por el burro Pepe iba a rebosar de botellas de sidra y dos enormes recipientes de madera, con 24 litros cada uno del refresco protagonista de la jornada, elaborado a base de cava, helado de limón y canela, entre otros. “La garrafa es una bebida fría típica de esta zona, y sobre todo de Orozko, aunque en Llodio también se elaboraba con el hielo de los neveros del monte Mostatza”, explican desde Untzueta, que contó con la ayuda del txoko Ibaialde de Areta y de la asociación Orozkoko Garrafa para llevar a cabo esta antigua receta de granizado, que se llevaba a las romerías en una época en la que no existían los frigoríficos. No en vano, se prepara con heladeras tradicionales. Unos aparatos, hoy en desuso y joyas de museo, que consisten en una cuba de madera, una manivela y un calderín que, en conjunto, permiten granizar los líquidos, dando a la bebida un sabor único y especial que, el público presente ayer en Llodio tuvo la oportunidad de comprobar.

Otra tradición llena de simbología típica del Día de ajos es la cuerda. Una cadeneta humana que recorrió el centro de Llodio a ritmo de txistu y trikitixas, y que “es una especie de homenaje a las personas que, antiguamente, estaban al servicio de las grandes casas como la del marqués de Urkijo del parque Lamuza, y que en fiestas sólo tenían unas horas de asueto que aprovechaban para bailar, ya que el resto de días se dice que no tenían tiempo ni para ver el último toro”, indican desde Untzueta.

Todo este remix de antiguas fiestas dio inicio a las once de la mañana con una visita a la residencia de ancianos y el centro de día, donde estuvieron bailando tanto con el personal como con los residentes, y culminó en torno a las dos de la tarde en la Herriko Plaza con el aurresku. Después, en torno a 300 personas se dirigieron a la zona de boleras del parque Lamuza para dar buena cuenta del guiso que habían estado preparando desde primeras horas de la mañana la asociación gastronómica Rakataplá y los Añubeak. La jornada, en la que se implicaron miembros de todas las cuadrillas, tuvo su broche de oro con una romería a cargo de Erdizka Lauetan, que rememoró los bailes de las plazas de antaño. No obstante, a lo largo del día también se pudo disfrutar de una exhibición de las escuelas de pelota, torneo de hockey y parque infantil; así como de kantukada, la obra de teatro Txatarra con el grupo Malas compañías, una diskodantza, y una noche electrónica en las txosnas con las formaciones Summit, Teso y Dr. Doofersmith.