gasteiz - Guerra a la derecha, amor a la izquierda. La manifestación para celebrar el Día del Orgullo en Gasteiz dejó ayer imágenes más que curiosas en la plaza de la Virgen Blanca, donde al mismo tiempo estaba convocada la concentración de los colectivos LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) y la llegada de los soldados que recreaban la Batalla de Vitoria. Además, por si fuera poco, el Festival de Juegos también andaba por allí con una de las zonas de actividades lúdicas.

Así, cada uno ya por su lado, la Virgen Blanca ejerció de escenario para la celebración de un Día del Orgullo en el que, también como parte de las fiestas del Casco Viejo, los gasteiztarras estaban llamados a apoyar a este colectivo bajo el lema Cortando el heteropatriarcado, bollerioa da bide bakarra!, aunque, como no podía ser de otra forma estos días, el fracking también hizo acto de presencia en forma de pancarta. Una jornada de celebración y reivindicación de las libertades sexuales que posteriormente se extendió durante el resto del día a diversos puntos de la capital alavesa.

La manifestación de ayer se unía así a otros actos reivindicativos como la colocación de un paso de cebra de color arcoíris en plena calle San Francisco, frente a la Comisión Antisida de Álava. Una iniciativa que contó con el visto bueno del Ayuntamiento de Gasteiz, que declinó colocar una bandera arcoíris en el balcón del Consistorio porque según apuntaron “es un espacio destinado sólo a banderas oficiales”.

El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, también mostró su apoyo el pasado viernes a este paso de cebra arcoíris, además de ser el encargado de leer una declaración institucional en la que todos los grupos políticos municipales mostraban su condena a cualquier legislación que criminalice a las personas gays, lesbianas, bisexuales o transexuales.

En la citada declaración, el Ayuntamiento vitoriano instaba al Gobierno de Madrid a “realizar las gestiones diplomáticas oportunas” para solicitar a la Comisión Europea una condena “enérgica” a las legislaciones que atentan contra las personas que forman parte de estos colectivos, que a día de hoy continúan siendo perseguidos en más de 76 países. - D.O.