el desfile de figuras mitológicas y animales tradicionales de la cultura vasca que mañana recorrerá las calles de Artziniega para dar inicio al verano servirá también como marco de presentación de la partitura para txistu compuesta en el año 1953 por Pedro Retes, el Pasacalle de Arceniega, y que ha sido rescatada del olvido por los miembros de la Asociación Etnográfica Artea, la entidad gestora del museo de Artziniega. Un momento histórico que se producirá a partir de las 19.30 horas, cuando la banda de música de Araia realizará un pasacalles por el casco antiguo del pueblo interpretando esta composición musical. Posteriormente, dará un concierto en el anfiteatro del museo etnográfico. La familia de Antonio Luengas, Tonín, decidió donar la partitura a este museo local tras adaptarla al acordeón.

"Tanto la música como la letra pertenecen al mismo autor y tras muchos años sin interpretarse, volverá a oírse gracias a la Banda de Araia y los arreglos que le ha realizado su director, Alfredo Markinez", apunta Mateo Lafragua, miembro de Artea. De igual forma, su compañera de asociación etnográfica, Paki Ofizialdegi, está trabajando con la letra del pasacalles, de cara a poder ser interpretada este mismo día. "La canción habla de una excursión a Mendieta y Sandolla, hoy impensable, y su estrofa final dice por más que busques nombres, ni Nueva York ni Shangai, ni Madrid, París ni Londres, como Artziniega no hay", adelanta Lafragua.

Tras la presentación en sociedad de la partitura por parte de los músicos de Araia, tendrá lugar el encendido de la hoguera, en torno a la que se recitarán conjuros y se pedirán deseos al fuego purificador, un acto tradicional de la fiesta del solsticio de verano que finalizará, como en años anteriores, con una chocolatada y morcillada popular. Se trata de un akelarre, "un culto a la naturaleza y al cosmos, que indica el comienzo del verano con el día más largo y la noche más corta. La hoguera es la purificación del campo, quema de excedentes y hierbas malignas", explica el escultor local Xabier Santxotena.

el desfile Antes de todo esto, Basajaun, Akerbeltz, Herensugea, Katalingorri, Ipurtargi y Barraskilo, o lo que es lo mismo, el protector del bosque, el macho cabrío, el dragón, la mariquita, la luciérnaga y el caracol saldrán de nuevo a las calles del casco medieval de Artziniega para comenzar a anunciar a sus vecinos la llegada del verano. Este desfile de figuras mitológicas y animales tradicionales que desde hace unos años organiza la propia Asociación Etnográfica Artea tiene como objetivo celebrar el solsticio de verano desde una perspectiva etnográfica y no religiosa. De ahí que, según explican, esta celebración tenga lugar el 21 de junio, día en que entra el verano, y no el 23, víspera de la festividad de San Juan con el encendido de las hogueras que es común en la inmensa mayoría de los municipios.

Un enorme gusano, junto a Enara (la golondrina), Tximeleta (la mariposa), Armiarma (la araña) y las citadas figuras partirán del museo a las 20.15 horas acompañadas de albokaris y trikitilaris. Serán transportadas por cerca de 60 niños del pueblo, y es que varias de ellas -tales como el genio de la luz y la oscuridad que habita en cuevas Herensugea, o la encantadora luciérnaga y guía nocturna Ipurtargi- han sido confeccionadas por los escolares de la villa, mientras que el resto son obra del propio Santxotena.

Una vez recorrido el casco histórico, la comitiva retornará al anfiteatro del museo etnográfico, para acudir al ya citado concierto que ofrecerá la banda de música de Araia.

En otro orden de cosas, la sala de actos del museo va a acoger, a las 20.00 horas de esta misma tarde, la presentación del libro Matar, purgar, sanar. La represión Franquista en Álava, del historiador y profesor universitario Javier Gómez Calvo.

Perspectiva etnográfica. El colectivo Artea pretende con la fiesta de hoy celebrar el solsticio de verano desde una perspectiva no religiosa, de ahí que tenga lugar el 21 de junio, el día en que entra el verano, y no el 23, la tradicional fiesta de San Juan.

1953

La partitura compuesta por Pedro Retes y recuperada para la fiesta de mañana por la Asociación Etnográfica Artea tiene más de seis décadas de antigüedad.