Vitoria, 18 jun (EFE).- El secretario general de Cáritas de Vitoria, Ramón Ibeas, ha explicado hoy que esta organización católica atendió el pasado año en Euskadi a 46.000 personas, 6.000 más que en 2012, de los cuales el 40 % eran autóctonos y el 60 % provenientes de otros países.
Las tres organizaciones territoriales de Cáritas en el País Vasco han explicado hoy por separado en las tres capitales vascas sus memorias de actividad de 2013, ejercicio en el que su ayuda llegó a 70.000 personas, si se tiene en cuenta que muchos de esos 46.000 usuarios directos no viven solos.
El problema "sustancial" que provocó que recurriesen a Cáritas fue la vivienda, ya que las familias "intentan no perder su lugar de residencia" y para ello "sacrifican otras cosas", lo que tiene como consecuencia que "la situación de precariedad y vulnerabilidad sea grande".
Ibeas ha considerado que el aumento de usuarios en 6.000 personas no supone una subida relevante porque en los años del "núcleo duro de la crisis" (2008, 2009 y 2010) la demanda crecía anualmente entre el 250 y el 500 %.
En cuanto al perfil de las personas atendidas por Cáritas, el 40 % son naturales del país y el 60 % inmigrantes. Este porcentaje se invierte en el resto del Estado, debido a que las ayudas sociales institucionales son inferiores a las vascas.
Así, Ibeas ha señalado que en Euskadi y Navarra la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) supera los 600 euros, mientras que en muchas autonomías apenas alcanza los 300, lo que provoca que en estas comunidades Cáritas se convierta "en un servicio social del Estado de Derecho, frente a la dejación estatal".
En Bizkaia, Cáritas atendió en 2013 a 12.500 personas, la mayoría (10.860) a través de programas de acción social y el resto en el ámbito del empleo.
El 60 % de las personas atendidas fueron mujeres y en cuanto al origen, se equipararon autóctonos e inmigrantes, según ha destacado el director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos.
Bargos ha alertado de un "nuevo fenómeno" detectado en este territorio y que indica que la pobreza se cronifica: se atendieron a más personas que llevaban en el circuito de esta organización más de cinco años que a nuevos usuarios.
El presupuesto en Bizkaia rondó los doce millones -cifra similar al año anterior- de los cuales el 68 % procedió de donaciones de particulares y el resto de instituciones públicas.
En Álava, el 60 % de las 5.107 personas atendidas por Cáritas eran mujeres de entre 31 y 50 años, solas y con hijos a su cargo, lo que dificulta aún más su acceso al mercado laboral. Estos datos hacen cada vez más evidente la "feminización de la pobreza".
El 60 % de los atendidos estaban desempleados y el 47 % tenía responsabilidades familiares y, en su mayoría, no buscaba sólo "ayuda económica, sino vital".
De hecho, Cáritas de Álava sólo ayuda económicamente al 6,4 % de las personas que atendió y en un 88 % de los casos fue para colaborar en el pago de la vivienda. Este bajo porcentaje de respuesta económica se debe, según Ibeas, a que, "a pesar de que hay cosas que mejorar, la RGI funciona" en Euskadi.
El año pasado la organización en Álava tuvo un presupuesto de 2,5 millones y contó con el apoyo de 786 voluntarios, 1.615 socios y 1.063 donantes.
En Gipuzkoa, Cáritas atendió a 29.306 personas, una cifra muy similar a la 2012, aunque aumentó el montante de las ayudas otorgadas, que superaron los 2,8 millones (500.000 euros más que el año anterior), debido a la "cronificación" de la pobreza, que agota el "colchón familiar".
El director de Cáritas Gipuzkoa, José Ramón Aramendi, ha advertido de un "perfil nuevo" de solicitantes, ya que cada vez piden ayuda más matrimonios jóvenes, con hijos a su cargo, que compraron un piso cuando ambos tenían un trabajo y que ahora están en el paro, su prestación ha terminado y el "colchón de solidaridad familiar" no puede sostenerlos.
Cáritas Gipuzkoa sospecha que hay más personas en esta situación que "por vergüenza" no piden ayuda, por lo que responsables de esta institución mantienen reuniones con directores de centros escolares, donde hay menores que pasan dificultades, y usuarios de hogares de jubilados.
No obstante, Cáritas asegura que no ha detectado casos de "desnutrición" infantil en Gipuzkoa, donde este entidad cuenta con 4.483 voluntarios que demuestran diariamente que "la solidaridad no está en crisis" en esta provincia. EFE