las personas mayores que viven solas son uno de los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad por múltiples razones. Sus achaques deben ser combatidos con medicamentos que no siempre se acuerdan de tomar o que no pueden ir a comprar a la farmacia, y las gestiones más sencillas se hacen inalcanzables para aquellos a quienes la edad ha dejado casi fuera de juego. Muchas veces, además, la cabeza empieza a fallar, y el riesgo del aislamiento social y la depresión revolotea siempre sobre la vida de estas personas.

Para paliar garantizar que siempre haya alguien cuidando de ellos, el Ayuntamiento de Gasteiz y Cruz Roja han renovado el convenio para el desarrollo del programa Acompañando desde la proximidad, dotado con 67.500 euros. Según explica su responsable, Txomin Ondarre, la idea surgió a raíz de un informe según el cual tanto al Consistorio como a la propia ONG se le estaban escapando casos de mayores de 65 años con diferentes problemas.

Pensado para gente que no tiene familia cercana, el programa acompaña a estos mayores a sus pruebas médicas, a las diferentes gestiones que han que realizar en cajas y bancos, o en la solicitud de ayudas de dependencia en la Diputación. Sin embargo, Acompañando desde la proximidad va más allá. Se trata también de que los mayores que viven solos tengan alguien con quien hablar, disfruten de un ocio activo y vean aliviada su situación de soledad. "Los voluntarios son confidentes de estas personas", señala Ondarre, quien explica que una de las novedades de este programa, estrenada con éxito el año pasado, son los paseos saludables.

"Además de ir con un voluntario que es casi como un familiar, entre las propias personas beneficiarias tienen una interrelación para combatir esa soledad" explica Ondarre, quien señala que el objetivo último es que "puedan hablar de sus cosas con gente en su misma situación". Así, en julio del año pasado visitaron La Florida y la zona centro con uno de los voluntarios de Cruz Roja como guía, y en septiembre estuvieron en una exposición del centro cívico de El Pilar.

Por otro lado, Cruz Roja está implantando una aplicación informática para mejorar el seguimiento de estas personas, tanto desde el punto de vista emocional como de salud, Proximidad local. La idea es confeccionar una agenda personalizada con el beneficiario del servicio que, introducida en el programa, hace saltar el teléfono de forma automática cuando corresponde. "El seguimiento telefónico puede ser semanal, quincenal, mensual... Si quieren les felicitamos en su cumpleaños, les recordamos las campañas de olas de frío o de calor, o de vacunación antigripal", explica Ondarre. Así, mediante la tecnología, se contribuye a mitigar la soledad que sufren estas personas y que "sería imposible cubrir de forma presencial". "Todos los días a primera hora de la mañana sacamos un listado de las llamadas programadas para ese día -prosigue Ondarre-, aunque el teléfono lo va a hacer automáticamente. Estamos arrancando ahora, pero lo queremos extender al máximo y por eso se lo hemos ofrecido al Ayuntamiento".

Además, el programa financiado por el Consistorio gasteiztarra cuenta con una herramienta más, un programa piloto, que se suma a la labor presencial de los voluntarios y al citado programa informático, para cuidar de los mayores que viven solos y que no se les escape ni a Cruz Roja ni a los Servicios Sociales ninguna emergencia de cualquier índole. "Es el Portal solidario, que consiste en que los vecinos de la comunidad donde vive esta persona conozcan su situación y en un momento determinado si detectan cualquier necesidad o urgencia lo comuniquen, se trata de fomentar estas interrelaciones en el portal que hoy en día se dan cada vez menos", explica el responsable de la ONG.