laguardia - La villa de Laguardia comenzó ayer, formalmente, las celebraciones populares y culturales con las que desean recordar el 850 aniversario del otorgamiento del Fuero a sus vecinos que, desde entonces, gozan de ciudadanía como villa. La iniciativa de llevar a cabo estas celebraciones partió del Ayuntamiento y de su alcalde, José Manuel Amézaga, que logró entusiasmar a las asociaciones para trabajar conjuntamente en un ambicioso programa de actos que se desarrollará a lo largo del año. Así, ayer sábado, arrancaron las celebraciones con un pasacalles en el que participaron el grupo de danzas y la Agrupación Musical de Laguardia desde la plaza del Ayuntamiento hasta la iglesia de Santa María de los Reyes. Allí, ante el impresionante pórtico se hizo una ofrenda de flores a los antiguos Reyes de Navarra, que fueron quienes concedieron el Fuero, y se interpretó una pieza musical de corte medieval. Finalmente, se procedió a la lectura del documento del Fuero y se obsequió a todos los asistentes con un aperitivo en la explanada de la cercana Torre Abacial.

Pero el verdadero valor de la jornada estuvo en los vecinos de Laguardia, que desde hace semanas vienen preparándose para estas celebraciones y elaborando trajes de corte medieval. En esa tarea se implico fuertemente la Sociedad de Amigos de Laguardia, que incluso impartió unos cursillos de diseño y costura, para que los trajes que fueran a utilizar los vecinos se ajustasen lo más posible a la realidad de la época y no a la imagen que han dejado las películas.

El Fuero de Laguardia lo otorgó en el año 1164 Sancho VI, el Sabio, que tuvo en jaque a los almohades, a Castilla y Aragón, pero llevó a cabo una labor de consolidación de los núcleos urbanos, impulsando el asentamiento de población con la concesión de fueros y cartas puebla, como el de Laguardia, así como el fortalecimiento del sistema defensivo del territorio. Con el otorgamiento del Fuero se eleva al rango de villa al pueblo-fortaleza, haciendo a sus habitantes hombres francos y libres concediéndoles libertad de mercado, exención de impuestos y prohibición de Juicios de Dios. Estos privilegios eran universales para todos sus habitantes, y se extendían a las aldeas que estaban bajo su jurisdicción. Según coinciden los historiadores, la concesión de este Fuero supuso un gran aumento de la población, ya que atraídos por los privilegios concedidos a los moradores de la villa, comerciantes, artesanos... Se concentraron en el cerro al amparo del castillo militar, construyendo viviendas y amplíando la villa. Además, los campos se pusieron en cultivo, nacieron nuevas aldeas a su alrededor y las antiguas se repoblaron

El comienzo de las actividades conmemorativas del Fuero tiene su continuidad en un ciclo de conferencias y actos que se celebrarán a partir del 26 de mayo, sobre el Fuero desde la perspectiva de la arqueología; el día 30 los alumnos del instituto y del colegio harán una 'suelta' de globos tras una nueva lectura del Fuero; el día 31 se iniciará un ciclo de conferencias y exposiciones, coordinadas por el profesor Ernesto García y en agosto, el concurso de pintxos medievales.