por fin el buen tiempo. Y si una a ciudad le gusta desperezarse y activarse con el sol, esa es Vitoria. Así que los gasteiztarras, con todas las ganas del mundo, han disfrutado de las citas de la vida social de la capital alavesa. Por un lado el restaurante Zaldiaran volvió a hacer gala de su exquisitez con un nuevo Menú Capital. Esta vez de la mano del cocinero Manolo de la Osa, llegado de Cuenca .Por otro, la obra de teatro Muertos de risa de Vaiven Producciones llenó el Teatro Principal no sólo de público, también de risa y drama.
Tranquilo, simpático y cercano en el trato, el cocinero Manolo de la Osa del Restaurante Las Pedroñeras (Cuenca) esperaba a que fuesen llegando los comensales al Zaldiaran. "Ya está todo listo y preparado", aseguraba con una sonrisa. La misma que se les quedó a los que poco después degustaron su buen hacer en la cocina.
Entre ellos el grupo formado por Roberto Crespo, Oscar Martínez de Marigorta, Inmaculada Gil, Jorge Ezquerra y Josean Merino (restaurante PerretxiCo), que tomaban una copa antes de que se diera paso al comedor. Entre todos los comensales se movía con especial interés una persona, el prestigioso crítico gastronómico Rafael García Santos, uno de los periodistas especializados más famosos del sector.
Otros que disfrutaban de los momentos previos a la cena eran Iñigo Santolaya (Artepan) y Mikel Cantabrana, que se resistió mucho a posar para la foto y que quiso dejar claro que el sólo venía "de acompañante".
En otro punto de la ciudad también se esperaba, pero a que comenzara una obra de teatro. Se trataba de Muertos de risa, de la compañía Vaiven. Las primerísimas en llegar fueron Esther Lamas y sus sobrinas Teresa y Puri Rodríguez, que pasaban el rato entre risas. Ana Gil y Luis Aparicio también optaron por el teatro para pasar la tarde.
Y en mejor compañía no pudieron elegir Esozi Leturiondo y Nora Onaindia, ya que decidieron acudir al principal codo con codo madre e hija. "¡Eh, que esta vez ha pagado ella!", confesaba entre risas Esozi, la progenitora. La hija sonreía mucho sin confirmar? ni desmentir.