Amurrio - La crisis financiera y económica, así como la restricción del crédito, unido al desplome del mercado inmobiliario, han llevado al Ayuntamiento de Amurrio a suspender de forma temporal la vigencia de determinados artículos de la ordenanza que, para regular la implantación de vivienda en bajos y entreplantas de edificios residenciales, aprobó en junio de 2009.

La decisión se ha tomado "ante la escasa aplicación" de la citada norma. De hecho, sólo se han otorgado una decena de permisos de este tipo, de los que tres corresponden a lonjas ubicadas en las zonas de Maskuribai, la estación de tren y la calle José Pikaza. Y las otras siete a dos entreplantas ubicadas, una en la avenida Ayala, con cinco pisos, y otra encima de la nueva oficina de Caja Vital, en la que se han habilitado otras dos viviendas.

Un motivo al que se le han sumado las "dificultades que se ha constatado existen" a la hora de adjudicar este tipo de vivienda. Y es que Amurrio intentó poner freno a posibles procesos especulativos mediante la aprobación de mecanismos que posibilitasen una limitación del precio de venta y alquiler de las futuras casas, así como de requisitos de acceso y modo de adjudicación de manera que fueran accesibles para los sectores del municipio con menor capacidad adquisitiva. Es decir, las nuevas viviendas en planta baja sólo podían configurarse como pisos de protección pública tasados municipales, no podían perder nunca ese carácter y estaban destinadas sólo a las personas inscritas en Etxebide que cumplieran determinados requisitos económicos. Así, la normativa recogía de forma explícita que el precio máximo de venta del metro cuadrado útil de la vivienda en primeras, segundas y posteriores transmisiones no podría superar 1,7 veces el precio máximo de las casas de protección oficial de régimen general. También que la renta máxima a abonar por arrendamiento sería la fijada en cada momento por Alokabide o el órgano autonómico competente en tanto el Ayuntamiento carezca de regulación propia. A partir de ahora, todos estos artículos quedarán en suspenso "hasta que no se produzca un ajuste equilibrado entre oferta y demanda, y el Ayuntamiento no acuerde su nueva entrada en vigor conforme a las ordenanzas de vivienda del Plan General de Ordenación Urbana, ahora en proceso de revisión", explican desde el Ayuntamiento.

Artículos vigentes El que sí seguirá vigente es todo el articulado referido a los requisitos técnicos que establece esta norma para convertir locales en viviendas. Es decir, las condiciones de habitabilidad necesarias para la ejecución de viviendas y las directrices arquitectónicas adecuadas para que el resultado final ofrezca una imagen urbana unitaria. Tampoco ha sufrido modificación alguna la disposición adicional por la que cada cinco años se revisarán tanto el plano de zonificación, como el listado de portales aptos, con el objeto de verificar si en los locales cuyo uso comercial se preveía idóneo se van implantando comercios o si por el contrario habría que considerar su inclusión en el listado de locales transformables a vivienda.

Y es que otro aspecto a resaltar de la normativa amurrioarra es que se ha cuidado mucho de no disminuir el potencial comercial del municipio. Así, la práctica totalidad de la zona centro o el entorno del área de ampliación del parque Juan Urrutia son zonas reservadas a la actividad comercial. Mientras -según el mapa que acompaña el documento- las calles José Pikaza, Etxegoienbidea, Galíndez y Aiara, así como el barrio Lezarraga, varios puntos de Mendiko, Boriñaur, Landako, Maskuribai y Goiena, y números sueltos de las calles Madinabeitia, Elexondo y Araba, son algunas de las zonas calificadas como aptas para que en los bajos y entreplantas de sus edificios residenciales puedan implantarse viviendas.