dURANTE la recién finalizada feria de turismo Fitur, un grupo de jóvenes se encargó de que en el stand de Euskadi no faltara de nada desde el punto de vista gastronómico. La responsabilidad de dar la talla defendiendo el gran potencial del País Vasco, de Álava y de Gasteiz, la comida, recayó en los alumnos y profesores de la Escuela de Hostelería de Gamarra, y su trabajo no pasó desapercibido para el alcalde vitoriano, Javier Maroto, que ayer giraba visita al centro con motivo de su vigésimo quinto aniversario.
"Todo el que quería comer un buen pintxo se pasaba por allí, y eso significa que la calidad de la escuela tiene que tener su recompensa, un premio", señaló Maroto. Ese premio será formar parte de la programación relacionada con la capitalidad gastronómica que este año defiende Gasteiz, aún por diseñar definitivamente, pero que tendrá, seguro, "acciones específicas con la escuela como protagonista". Al centro, además, se le ofrecerá una "recepción especial" por su cuarto de siglo en Vitoria, un tiempo en el que han pasado por sus fogones más de 3.000 alumnos. Ayer los responsables de la escuela tuvieron la ocasión de mostrar en público como se coordinan sus dos centenares de integrantes para servir decenas de excelentes comidas mientras se forman para mantener la cocina vasca en el pedestal del que no ha bajado desde hace cuarenta años.