vitoria. Javier Maroto se comprometió a que el decreto de Alcaldía que regulará el paso de los ciclistas por las zonas peatonales del centro estuviese listo para el martes. A día de hoy (viernes) aún no se han cerrado todos los flecos, así que el alcalde ha decidido que presentará su propuesta el lunes en el Foro de Movilidad. Allí están representados parte de los afectados por esta nueva regulación que se incluirá en la ordenanza de la bicicleta, además de los políticos, y está claro que el PP no quiere que se le echen encima sin tener mayoría en un asunto tan espinoso como éste.
No es la primera vez que un alcalde quiere poner de algún modo freno a los ciclistas que invaden las zonas peatonales. Las agendas de Alonso y Lazcoz también incluían este apartado; sin embargo, sus legislaturas acabaron sin, al final, entrar al fondo de la cuestión. Maroto ha dado un primer paso con la nueva ordenanza de la bicicleta ya aprobada -cierto que con el respaldo de la oposición y los ciclistas-, pero tampoco se ha atrevido a zanjar las cuestiones más peliagudas y que más críticas pueden acarrear a su gobierno: sanciones y prohibiciones. Por ello ha preferido esperar que las aguas se calmasen e intentar un consenso con PNV, PSE y EH Bildu. Acuerdo que, de momento, no ha llegado en las reuniones mantenidas entre gobierno y oposición, pero que podría darse el lunes.
En cualquier caso, el decreto de Alcaldía que prepara el gabinete de Maroto nada tendrá que ver con aquella primera propuesta del PP de prohibir el paso de las bicicletas por las calles peatonales del centro en horario comercial, bajo amenaza de multa. El anuncio cayó como un jarro de agua fría entre los bicicleteros, defensores de que, antes de prohibir, hay que ofrecer medidas alternativas. Así que el alcalde rebajó sus pretensiones para explicar unos meses después que la Policía Local no multará a los ciclistas que cometan infracciones, al menos al principio, y que la regulación horaria será mucho más flexible. Para empezar, diferente en verano que en invierno, ya que el tránsito de peatones no es el mismo.
Al margen de la decisión final que se adopte sobre este punto, la ordenanza de la bicicleta es ya una realidad en Gasteiz que entrará en vigor el martes. La normativa tiene por objeto regular la convivencia de ciclistas, peatones y conductores en el casco urbano sin que ninguno de ellos invada los derechos del otro. Así, los bicicleteros tendrán, en general, que circular por la calzada, como los coches, siempre que no tengan bidegorri. Para mejorar su seguridad, el Ayuntamiento ha habilitado 47 calles en las que el vehículo privado no puede ir a más de 30 kilómetros por hora, las llamadas zonas 30, pensadas para facilitar el desplazamiento a dos ruedas. Con el mismo fin, también se les permite transitar por el trazado del tranvía cuando esté libre. En las zonas peatonales deberán bajarse del sillín y avanzar, bici en mano, como el resto de viandantes. La ordenanza regula otros aspectos, como la prohibición de candar los sillines al mobiliario urbano.