vitoria. Ha hecho falta que Tuvisa entrara en crisis para que el Ayuntamiento de Vitoria retomase la idea de ampliar el espacio destinado a carritos de bebés y sillas de ruedas en los autobuses urbanos. Sin Javier Latorre ya como gerente, reacio a poner en marcha el proyecto piloto que los grupos políticos habían aprobado por unanimidad allá por el mes de junio, el consejo comenzará hoy la primera reunión de 2014 votando el pliego de condiciones elaborado por los técnicos municipales a petición del PNV. El grupo nacionalista, autor original de la iniciativa, ha aprovechado que asume la presidencia desde que la popular Marian Castellanos se negó a seguir al frente sin gerencia para darle el empujón definitivo. Si el resto de partidos está conforme con los detalles para la contratación de las obras, el experimento empezará muy pronto. El plazo fijado para que las empresas interesadas presenten sus propuestas termina el 24 de este mes.
El objeto del contrato, cuyo presupuesto máximo se ha fijado en 18.000 euros, pasa por realizar en un autobús las reformas de carrocería necesarias para instalar un espacio adicional para carritos de bebés y sillas de ruedas en la hilera de asientos del lado derecho del vehículo, entre el paso de rueda delantero y la puerta central. Si la reforma resulta exitosa, tanto por el coste como por la respuesta ciudadana, el Ayuntamiento de Vitoria estudiará la posibilidad de continuar las obras en otros autocares de Tuvisa. El principal hándicap para seguir o no adelante con el proyecto es el dinero, porque de lo que nadie duda es de su necesidad para las familias con niños pequeños que residen en los nuevos barrios. Subir al autobús con un carro de bebé es una odisea en Salburua y Zabalgana. Sólo hay dos plazas para cubrir el boom de cochecitos, así que decenas de padres se ven obligados a esperar al siguiente urbano con los dedos cruzados. O al siguiente del siguiente, especialmente en el invierno.
Lo que no se planteó el Consistorio cuando surgió esta propuesta ni tampoco parece que lo haga ahora es comprar nuevos vehículos con más plazas para sillas y carritos. Tampoco entra en sus planes adquirir autobuses dobles o articulados para minimizar la congestión de ciertas líneas. El motivo para ambos casos es el mismo: la actual situación económica.