Gasteiz. El monte Gorbea se cobró el pasado martes 31, fecha señalada por centenares de mendizales alaveses y vizcaínos para ascender a la emblemática cumbre, la vida de una mujer de 54 años. En torno al mediodía del día de Nochevieja, la Ertzaintza recibió el aviso de que la mujer se había desvanecido, al parecer tras sufrir un infarto, por lo que de inmediato se movilizó un helicóptero hacia la zona del fatal incidente, en la vertiente alavesa de la montaña y dentro del municipio de Zuia, concretamente en las inmediaciones de las canteras de Barua.

El helicóptero y la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza, coordinada por un técnico de Atención de Emergencias, formaban el dispositivo, al que también se unieron miembros de la Cruz Roja de Montaña y personal facultativo que se encontraba en el lugar de los hechos. Sin embargo, y aunque se efectuaron maniobras de recuperación en el lugar del desvanecimiento, nada se pudo hacer para salvar la vida de la mujer. Su cuerpo, por tanto, fue evacuado minutos antes de las tres de la tarde y trasladado al Servicio de Patología Forense de Vitoria, según informa Efe.

Campanadas en el monte No fue éste el único suceso registrado en las montañas alavesas en el último día del 2013. Agentes de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza rescataron en la madrugada de ayer, en perfecto estado de salud, a tres montañeros extraviados en la tarde del 31 en una senda escarpada del pico Palomares, en la Sierra de Cantabria. A raíz de las dificultades del rescate y la poca visibilidad, las tareas de rescate finalizaron ya en el nuevo año con un final feliz.

A las cuatro y media de la tarde del martes un montañero alertó a través de un teléfono móvil al servicio de urgencias SOS Deiak 112 de que tres personas (él y otros dos familiares) se encontraban extraviados y enriscados en una zona abrupta de la senda del pico de Palomares, en el municipio alavés de Lagran.

Un técnico de la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno Vasco movilizó al lugar efectivos del grupo de montaña de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza. Asimismo, debido a la ausencia de luz solar no se pudo movilizar el helicóptero de la Ertzaintza para facilitar las tareas de rescate.

Como consecuencia de las dificultades del rescate y la poca visibilidad, las tareas se prolongaron hasta que los agentes del grupo de montaña localizaron pasadas las nueve y media de la noche a los tres montañeros extraviados. La labores de rescate finalizaron pasada la una de la madrugada del día 1 tras el descenso del escarpado pico de Palomares, con los tres montañeros en perfecto estado de salud y ya de regreso a sus domicilios. En las tareas de rescate colaboraron miembros de la Cruz Roja así como un grupo de amigos de los montañeros extraviados.