amurrio. A pesar de la edición de una guía de recomendaciones en 2010 y también de los esfuerzos del servicio municipal de mediación, en Amurrio aún persisten algunos casos de conflictividad entre inquilinos de lonjas juveniles y sus vecinos. Son escasos, apenas tres entre el medio centenar de lonjas juveniles existentes a día de hoy en Amurrio -y todos relacionados con el ruido-, pero esto no ha sido óbice para que el Ayuntamiento haya creído necesario impulsar la ordenanza de lonjas. El Consistorio tomó como referencia para acometer su redacción otras realidades municipales en las que se aborda esta misma problemática, con el objeto de regular el uso racional de estos locales en aras de lograr dentro de lo posible una convivencia armoniosa entre todas las partes implicadas: jóvenes, vecinos, dueños y Ayuntamiento.

La norma ha salido adelante con los votos a favor de PNV, PP y PSE y la abstención de EH Bildu que, aunque considera que hay que regular esta cuestión de algún modo, duda de que esta normativa mejore la convivencia. "Siempre hemos optado por la mediación en caso de conflicto, y ahora nos dotamos de una herramienta para acabar con un problema concreto en escasas lonjas que igual termina afectando al resto que funcionaba bien. Si tiramos de norma y nos ponemos estrictos, en estos casos agravaríamos el problema en lugar de atajarlo. Esperamos equivocarnos, pero lo dudamos, a ver qué pasa", explica el portavoz abertzale Luis Mariano Álava.

Roberto González, del PSE, se alegra de que "por fin" fuese a Pleno esta cuestión, mientras que Montserrat Canive del PP se congratula de que "después de un montón de años solicitando regular esta cuestión, al fin la tengamos sobre la mesa". La popular reconoció que "nos opusimos en su día a aprobarla por falta de un apartado sancionador y ahora que ya está, aunque lo consideramos bajo, hemos dado el . Ya habrá tiempo de corregirlo, porque es cierto que son muy pocas las que meten ruido, pero hay que hacerles ver unas mínimas normas de convivencia".

Por su parte, la alcaldesa Josune Irabien, en nombre del PNV, hace referencia a los dos largos años que lleva el Ayuntamiento trabajando en este asunto, intentando hacer partícipes a todas las partes en su redacción, visto que el protocolo anterior no funcionaba. "Creo que tenemos un documento muy bueno entre manos del que el propio colectivo usuario se va a beneficiar, porque se ha mirado mucho para que estos locales reúnan las condiciones mínimas de habitabilidad, seguridad e higiene y se eviten todo tipo de riesgos para el usuario, al tiempo que molestias para el vecindario. La clave esta en su flexibilidad, lo que más asustaba eran las sanciones por infracciones y se ha buscado una fórmula cómoda mediante el sistema de puntos. Estamos al final de un proceso largo y si hay fallos se corregirán entre todos", advierte Irabien.