Lapuebla de Labarca/Vitoria. Un día más, servicios de emergencia y voluntarios civiles han continuado la búsqueda de los restos mortales de Vicente Garrido, el joven de Lapuebla de Labarca al que se busca en aguas del río Ebro desde el domingo día 1 cuando, al parecer, había acudido a La Poveda con sus perros tras haber quedado con un amigo, vecino de Fuenmayor, tal y como reconocieron a este diario familiares del desaparecido.
Ayer fue el turno de búsqueda de los miembros de la Ertzaintza, que estuvieron en dos turnos, por la mañana y por la tarde, recorriendo el río en embarcaciones y a pie y sumergiéndose en el agua en diferentes puntos del recorrido. Por su parte, bajo la coordinación de los servicios de Emergencias del Gobierno Vasco, grupos de voluntarios siguieron apoyando las labores de búsqueda con paseos por las dos orillas entre la presa de La Poveda y la de El Soto, punto de toma de agua de la Sociedad de Regantes Los Riscos. En ese último lugar, el vigilante, apoyado por otras personas, controla dos veces al día el paso de agua que tiene un sistema de barrido de ramas u objetos arrastrados para su extracción fuera del cauce. Ayer, una vez más, no se obtuvieron resultados positivos.
Tras tantos días de búsqueda, los grupos de voluntarios organizados empiezan a escasear y por esa razón, desde Lapuebla de Labarca se hacen llamamientos para organizar nuevos grupos en dos turnos diferentes al día. Uno de ocho y media de la mañana a una y media de la tarde y otros desde esa hora hasta las cinco y media, hora en la que la visibilidad es casi nula.
Simulacros En otro orden de cosas, el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco anunció ayer que organizará simulacros de activación de la red de sirenas de emergencia química en diez localidades vascas con el objetivo de familiarizar a la población ante posibles fugas tóxicas. Estas actuaciones, tal y como recoge la Agencia Efe, se desarrollarán entre mañana y el lunes de la semana próxima en Lantarón, en las localidades vizcaínas de Alonsotegi, Güeñes, Muskiz, Abanto y Zierbena, Zierbena, Getxo, Santurtzi y Portugalete y en la guipuzcoana de Hernani. Durante los ejercicios, las sirenas emitirán una señal para indicar el inicio de la alerta por nube tóxica y otra diferente para anunciar su final.
El inicio de la alerta implica, según el Departamento de Seguridad del Ejecutivo autonómico, el confinamiento en lugar cerrado como medida prioritaria y la adopción de consejos básicos de protección como cerrar puertas y ventanas y alejarse de ellas, no usar los sistemas de ventilación, ni de calefacción y en caso de estar en la calle protegerse las vías respiratorias y acudir a un lugar cerrado. Tampoco se debe fumar, ni encender fuego de ningún tipo, ni usar el teléfono salvo que sea estrictamente necesario. De la misma manera, tampoco se debe de ir a buscar a los niños a la escuela, ya que los profesores cuentan con instrucciones concretas para actuar. Además, los ciudadanos no deben salir a la calle hasta que las autoridades declaren el fin de la alerta.
Precisamente, el proceso de implantación de sirenas comenzó en Lantarón en 2004 y continuó en Muskiz y Abanto y Zierbena en 2005. La tercera fase del despliegue progresivo comenzó en Hernani en el año 2006 hasta alcanzar al resto de localidades en 2009.