lapuebla de labarca. Un impresionante despliegue de medios sobre la lámina del río Ebro conformaba ayer la imagen de los trabajos de búsqueda de Vicente Garrido, el joven de Lapuebla de Labarca que desapareció en La Poveda el domingo pasado al ir a rescatar a una de sus perras, a las que sacó a pasear tras dejar de trabajar en el establecimiento hostelero de la familia. Como en días anteriores, una de las primeras tareas de la jornada fue la comprobación en la zona de paso del agua en la presa de Lapuebla de Labarca, una tarea que realiza de forma manual dos veces al día el encargado de esa infraestructura, apoyado por efectivos de la Guardia Civil del puesto de la localidad de Fuenmayor y la Ertzaintza.

Para ello, un gran cazo recorre la zona de paso de agua, donde quedan retenidos los objetos que arrastra el río y una vez más se comprobó que por allí no había pasado. Realizado ese control, la responsable de la coordinación de la operación dio las instrucciones a todos los equipos de emergencia y grupos de voluntarios del trabajo que se debía realizar por la mañana. Para ello se contó con el mayor despliegue de medios acuáticos que hasta ahora se había usado. La Guardia Civil acudió con dos embarcaciones, lo mismo que la Ertzaintza y los Bomberos de Vitoria. También acudieron numerosos voluntarios de la Cruz Roja de Álava, de Miranda de Ebro y de Zarautz, con motos de agua y lanchas neumáticas, así como con varias embarcaciones.

Con ese material, y los numerosos voluntarios que una vez más acudieron desde Lapuebla de Labarca y Fuenmayor se inició un nuevo rastreo, en el espacio en el que Emergencias del País Vasco está seguro que se encuentra el cuerpo: entre la presa de La Poveda y la de Lapuebla, un tramo de 2,4 kilómetros que está siendo comprobado milimétricamente, tanto por la superficie del agua, como por las dos orillas con voluntarios recorriéndolas continuamente.

En cualquier caso, las búsquedas no han dado el resultado que se esperaba y todo apunta a que el cuerpo está atrapado en el fondo de algún lugar del río Ebro y que ascenderá a la lámina cuando los gases del cuerpo lo impulsen hacia arriba. Personal de los Servicios de Emergencias calculaban tal circunstancia entre los 8 y 10 días después del siniestro.

La idea es continuar hoy domingo, centrándose en la lámina, ya que apenas quedan sitios en los brazos del río y en las orillas que no han sido revisadas por varias personas y en diferentes momentos a lo largo de esta semana.

A partir del lunes se establecerán equipos de trabajo para seguir vigilando el río, ya que previsiblemente se reducirán los voluntarios. Sin embargo, el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, a través de Emergencias, se mantendrá trabajando hasta que se pueda encontrar el cuerpo del vecino desaparecido.

Éste es una persona muy conocida y alegre que participaba en numerosas actividades en la localidad de Lapuebla de Labarca. Se da la circunstancia de que hace tres semanas la familia, propietaria de Casa Curro, había recibido el Racimo de Oro, el galardón con el que este pueblo agradece a sus vecinos más destacados por haber realizado acciones importantes en la localidad.