Gasteiz. Ayer fue un día especial en el Ayuntamiento de Vitoria. Encina Serrano dejaba el cargo de concejala de Cultura el día de su 65 cumpleaños, tras casi dos décadas en el Consistorio, y en su lugar juraba el cargo Elena Izuel, una abogada vitoriana de 37 años que no ocupará ningún área concreta y que ayer asistía al Pleno con cierto nerviosismo y ganas de empezar a trabajar.

"Aunque voy a tener una delegación parcial, para mí la responsabilidad es la misma, tengo un compromiso con el partido y con todos los vecinos del municipio de Vitoria-Gasteiz", señalaba Izuel a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA al concluir la sesión. Izuel, que hasta ahora ha trabajado como técnico del Servicio de Registro e Inspección del Departamento de Servicios Sociales de la Diputación, aseguraba llegar al Consistorio "convencida y con mucha ilusión".

La nueva edil del PP, pese a no dirigir una concejalía concreta, sí tendrá cometidos específicos que desarrollar en esta media legislatura que resta hasta las elecciones de 2015. Izuel asumirá la presidencia del Servicio General de Contratación, que depende del área de Hacienda; así como la responsabilidad política del conservatorio municipal de danza José Uruñela y de la escuela de música Luis Aramburu.

Y mientras unos llegan, otros se van. Ayer Encina Serrano agradeció a Alfonso Alonso y a Javier Maroto la confianza que depositaron en ella durante todos estos años y, en un tono relajado y jocoso, aludió a viejas polémicas de su mandato como la de la cabalgata de Reyes en la que las carrozas fueron sustituidas por dromedarios que no permitieron subirse a sus majestades de Oriente. "Espero que aquellos niños no tengan un trauma", afirmó la ya exconcejala, que repartió una bandeja de trufas entre el resto de concejales, de quienes recibió los halagos habituales en estas situaciones.

La edil de EH Bildu Ane Aristi valoró el hecho de que pese a sus diferencias con Serrano "hemos sabido llevarnos bien", el portavoz del PSE Patxi Lazcoz aseguró que fue complicado hacer la oposición a la ya exedil por lo difícil que es verla enfadada, y Blanca Guinea, del PNV, recordó las primera intervenciones de Serrano en la prensa en el lejano 1996. Por su parte, el alcalde Maroto recordó cómo, cuando era concejal de Hacienda, la responsable de Cultura le pedía incrementos presupuestarios con una caja de trufas de Goya como la que ayer repartió entre los concejales.