Vitoria. La remodelación del gobierno de Javier Maroto ya se barruntaba ayer en el Ayuntamiento desde primera hora. El propio alcalde se encargó minutos antes en el Parlamento de desvelar el contenido de su rueda de prensa semanal, así que la expectación en la sala de prensa era máxima. Mesas y sillas ocupadas por periodistas que no se sorprendieron demasiado de los cambios de concejales comunicados por el primer edil al mediodía.
Si la marcha de Marian Castellanos y Encina Serrano no fue recibida con extrañeza, sí sorprendió la vuelta de Alfredo Piris a la Policía Local, un departamento polémico y difícil de gestionar en el que el alcalde quiere poner orden. Y para ello no ha dudado en llamar a esa mano de hierro y hombre de confianza de los cuatro alcaldes que la ciudad ha tenido en Democracia. Piris regresa de esta manera a un departamento del que conoce todos sus entresijos y en el que tiene plaza de comisario, ya que fue una de las personas que ayudó a crear la Guardia Urbana en época de Cuerda. Ahora, Maroto, apuesta de nuevo por él para que impulse el cuerpo policial desde dentro. A pesar de su nueva encomienda, seguirá ocupándose de la promoción económica de la ciudad, tarea que desempeña desde que fue destituido como gerente de la sociedad urbanística Ensanche 21.
Con el nombramiento de Piris como coordinador general de su gabinete -junto a Rafa Laza y Luis Andrés Orive-, el alcalde sabe que está premiando a una persona que hace unos meses tuvo que destituir, forzado por su socio presupuestario, el PNV. Maroto es consciente de que el ascenso de Piris puede no sentar demasiado bien en las filas jeltzales y así lo reconoció ayer. Y ello justo en un momento en que el gobierno se ve obligado a negociar los presupuestos de 2014 con la oposición debido a su minoría de escaños para sacar las cuentas adelante por sí solo.
El ascenso de Piris deja a Iñigo Bilbao, hasta ahora asesor de confianza del alcalde, sin el puesto de coordinador general, aunque seguirá desempeñando tareas relacionadas con el turismo y la promoción de Vitoria a nivel internacional, como ya hizo con la visita de la delegación cina a Gasteiz.
En el curriculum de Piris siempre quedará escrito que alumbró la gran expansión de Vitoria, aunque su nombre no brille en ninguna placa del callejero de Salburua y Zabalgana. Su gestión al frente de Ensanche 21 le costó un dulce destierro a Urbanismo, que duró poco, ya que pronto fue recompensado con tareas en el área de Promoción Económica. Ahora, un nuevo ascenso coloca a Piris, el negociador, en lo más alto del staff municipal. Este ingeniero zaragozano toma de nuevo las riendas del departamento de Seguridad Ciudadana, donde en su día contribuyó a la unificación de los cuerpos de Policía y Bomberos.